lunes, 17 de junio de 2013


UNA MIRADA  A NUESTROS  OJOS. DESDE  EL YACIMIENTO  QUE  YERGUE…

Muchas veces pensamos y  lo mismo que pensamos  decimos  y sentimos.
Como  podría ser  la vida  mejor.

Pero que es la vida sino el conjunto de todos los marcos y claves que forman el esperpento sufrílego de todos los errores que unánimemente acompasan a las memorias y edades que alumbran  la luz de los relieves de la historia, así como el cañón moral.

Se une a los sentimientos que de forma icónica se adentran en la virtud  de la misma gracia de la sociedad o de las transformaciones, convenciones, dimensiones, gratitudes y similitudes, poesía o lirica, gremios que acompañan la unidad y complemento de las masas sociales  desde cualquier  incidencia en cualquiera  de los climas que entrañan las adversidades.

La condición humana, lo mismo que se adhiere se unifica, ya que tiene un baremo integral  que tipifica y acentúa todas  las escalas de valores armónicas que paso tras paso. Dentro de unas diferencias, enlazan la diversidad de todos los factores de la vida del hombre desde cualquier base moral, filosófica, material social industrial, cultural, dentro  de un orden modélico cara a una sociedad mejor, cuyo determinante desarrolla los campos más emblemáticos del orden social liberal, biológico, jurídico o funcional.

Porque la vida no nació  de un verso, ni los versos fueron solo para la lirica desde el matiz del carácter, sino el reflejo sublime que ampara el dolor junto al sufrimiento y que choco contra multitud de barreras, tanto existencialistas como ideológicas, históricas, literarias, periodísticas, legales y estructurales que con los años se hundieron  en la materia. Esquemas  que  en los tiempos modernos formaron el paso  de unos cánones que han cristalizado cuadros que han sido hechos para la vida, han dibujado las vertientes que simbolizan los relieves mas cristalinos y abrieron el  paso que canalizo ríos de aguas turbulentas. En la mayor parte de los casos, han fundido sangre y agua viva entre la libertad y la razón, la belleza, ideas, utopías y anarquía o facetas modélicas sincrónicas, que, han abierto el ángulo de la comunicación social, la locomoción y las macrofunciones desde otras dinámicas o perspectivas fuera o dentro  de unas tendencias estructurales.

Han abierto vías a culturas excéntrica canalizando el rumbo de la civilización con unas diferencias que han  marcado y propuesto unas líneas y estatus en función de un coeficiente que llega y marca la pauta  de nuestro contexto y de nuestra integridad en cualquier colectivo, sea cual fuere el núcleo que dinamiza las fases que estandarizan el comportamiento del individuo y de la civilización con unas diferencias que han marcado la civilización de forma definitiva. Si echamos una mirada  al mundo o a nuestra vida, a un niño, a un anciano, a un recluso, a un enfermo o a un individuo en  la calle veremos. ¡Qué prisionera es la vida, que poco somos dentro de ella!. Somos más fuertes cuanto menos libertad tenemos cuando las mismas masas nos arrinconan.

Por tanto egoísmo, por tanto interés creado, por tanto como sufren algunas personas y lo poco que se les escucha, por tanta injusticia, ahora que se habla tanto de derechos humanos, de nuevas tecnologías de tanta ciencia que nada cura y donde para nada el hombre  llegará.
¡Quién dice que el Marxismo es malo o que priva la libertad de las personas! ¿Cuál es el mejor de los lemas? ¿Lo es acaso el Capitalismo?

La libertad de las clases sociales partió de un compromiso histórico, en el cual estuvo unificado el hombre desde tiempos prehistóricos.
La libertad ampara según la estructura que integra la razón y el raciocinio del individuo, a los más desfavorecidos del planeta tierra. Pero desgraciadamente no es así. Según datos de Amnistía internacional miles de niños sufren tortura en muchos países de la tierra. Y tanto niños como ancianos mueren siendo esclavos en continentes como África  y Oceanía o lugares del planeta donde la civilización esta menos avanzada.

Hoy en España la libertad es un nicho de espinas y manojos de matorral dentro de unos cánones liberales que creemos liberales y están fuera de los cauces de la libertad.
 Existan en nuestra sociedad 12 millones de pobres  y casi 7 millones de parados.

Amigos españoles, introduzcamos de una vez el Marxismo. El marxismo no priva el derecho al trabajo  ni a la libertad sino un camino abierto a la libertad y la única vía pata acabar con los problemas del país.
 La razón es la verdad de la historia y una verdad que sincroniza  e integra la parte y la función  positiva de quienes han luchado por hacer de ella lo mejor de ella. Para las masas  sociales que en la muerte se envuelven en un cenáculo perpetuo que transfiere a la realidad y añade al tiempo los valores que simbolizan la luz del sol radiante que alumbra las estaciones y que iluminan a quienes han perdido la vida en la desgracia del martirio presentes en el clamor de las guerras.

En el tiempo, desde cualquier factor o condicionante que tipifica la faceta diferencial del hombre en el espectro de la eternidad, junto al dolor, bajo el cielo, bajo la ecología y hacia la luz, para que la luz sea el espejo y alternativa para los más pobres de nuestra sociedad, para que los que no tienen nada, brille para ellos la luz perpetua de lo que Cristo algún día dijo desde cualquier corriente  de la historia universal. “Yo estaré con vosotros  hasta el final de los tiempos”.
Somos pues luz  para  la vida, alegría para sentir, pero amigos ciudadanos, espinas para un matorral.
Amigos dirigentes  y altas jerarquías.


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