jueves, 13 de junio de 2013


UN  ENCUENTRO CON  NUESTROS PUEBLOS.VOLVER A LA TIERRA.

Cuan podría decir altamente, soy  de un pueblo, y mi pueblo tiene  un nombre.
El  habitáculo  que  llena nuestros pueblos  es nuestra tierra, historia que serena el  resurgir  de las  estaciones en el despertar  de sus gentes y sus días. Esas  gentes que  han oído  escuchado  o exclamado el atardecer de los años  transcurridos en su hábitat.

Con  sus paisajes, sus alegrías  y sus problemas.
Todos los pueblos de nuestra geografía, mantienen restos corrientes y tradiciones  memorables  que se esconden  en el  resonar  de una campana, el reflejar  de  un  arroyuelo, de un castillo, de una fuente romana o  de un rollo  medieval, etc.

Pero cuál  es  el sentido  que hace  reflejar la mirada que sobrecoge al turista en cualquiera  de esas  estaciones en las que se adentra  a visitar  esos paraje .
Bien  es verdad  que nuestros pueblos se  han quedado solos,  pero  es cierto  que queda la soledad como  algo  importante  que perfila  el conocimiento  del silencio  junto a las hojas  amarillas que caen de los arboles  en el otoño, el  rebullir  de las flores en tiempo de primavera o los paisajes cubiertos que prevalecen en  la escarcha y mansedumbres nevadas .

Y  junto  a todo  ese tiempo  prolongado  de cualquiera  de las fases  de los  hemisferios  ya sean  solares  o siderales, el aspecto  más simbólico  en el que esclarece  la semilla  ya  reseca  de  la tierra parda  de Castilla o verdes  praderas a orillas de las alamedas,  de purpura  y acuarelas formalizan el  brillo  y  la  luminosidad que  tapiza  pulimenta  y esculpe   de forma unánime nuestros pueblos, en el adentrar fulminante de calor y color de nuestra fiestas, estructuras que construyen torres, junto  al buen clima  de esta estación: el verano,  estación   cardinal,  solsticio, que matiza y perfila en el turista  la faceta más Sideral  opuesta   de  entrada   y  salida a torres que protegen  murallas o a la vez  al son  de citaras , comparsas  pasa calles  u baluartes  colmados  de historia.

A lo largo de los años, los pueblos son perfilados en la actualidad por el viajero junto a distintas  maquetas de relieves, pinturas, esculturas y coronas de nobles y señores entre argumentos  de pergaminos y pliegos expuestos a la luz de los archivos a lo largo  de siglos como el XIV, XV y  XVI, don sufrían diversos cambios y  trascendencias  por los cuáles pasaron el Cid campeador, el Conde Fernán González, Guzmán el bueno, los Condes de Carrión, Fernando III el santo, Doña Hurraca, Doña Elvira, Sancho II, Juana  la loca, Juana  la Beltraneja, Juan II, el Marqués  de Pimentel, Don Álvaro de Luna e incontables, podríamos enumerar en nuestra narrativa.  Sublimes personajes e históricos centros de atención sea cual fuere el Sumario dosier o preliminar.

Algo importante a destacar en nuestros núcleos rurales, una nota primordial aparte de nuestras tradicionales fiestas, la emblemática historia, su cultura y ritos antropológicos o sublimes, es la gastronomía y riqueza que añade a nuestra tierra y a nuestras tierras de España, alimentos como el  marisco, lechazo paella, churrasco ensaimadas, cocido y asados en su máxima importancia a destacar. Mueven  la mayor parte  y el  mayor  numero de divisas de su renta percapita en cuanto a lo que  se refiere  a la suma  de los números de la renta turística  de toda  la renta  del mercado turístico  de la  llamada geografía  rural .

Por último, el  plano más importante del turismo  de nuestros pueblos, el que más entraña al viajero, quizá una de las preguntas que nunca surgen de los labios es el  paisaje natural, es la  razón por la cual ese paisaje es así como lo hizo la vida,  yal cual es y lo transformara el hombre.

La tendencia del viajero ante  la naturaleza, al transcurrir por un pueblo, es chocar primero  con un arca que navega  por el  arroyo  antes que con un pedazo  de astilla o tabla  de  madera de forma más receptiva que reflexiva. Ojala fuera al contrario. Así  en la mayor parte de  los casos sin  llegar  a comprender  la magnitud  y  las dimensiones  de cuanto  nos rodea la vida, entramos en  la aparición de los primeros pobladores que pisaron nuestra geografía, nuestros  lugares, nuestras sierras, montes y llanuras. Y estos lugares donde algunos hemos nacido han quedado  fraccionados por las guerras. La función  de todos  estos  lugares  turísticos,  de todas  estas panorámicas trasgreden al hombre y entra en reflexión y comprensión de cuanto se comprende, más que cuanto se divisa o  percibe,  de cuanto  se  denota.

El viajero denota en su itinerario el camino. Pero porque. La expresión de lo que es  la pureza del ambiente, manifiesta  en el estilo que  incluye el concepto  de la  litografía , del colorido  y de los  parámetros sensitivos, entre ellos, la flora, la fauna el clima, la hidrografía, la geomorfología  y no solamente divisando  sino sintiendo  lo que todo ello dice  idénticamente con  la vida.

Para concluir.
España huele a pueblo, a jara y a  retama por cuantas verdades sean dichas.
El caminar es  un recuerdo, una hazaña,  un vasallo, la voz de una canción.
Un pueblo es  la mañana y la mañana una mirada.
Una  mirada es azul, azul  es la lluvia.
Trasparente es España.
Y trasparente es el azul.
Azul es un pueblo,
Y azul es el cielo.
 ¡Tú me miras!
Azul eres tú.
 Tú y  tu trasparencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario