miércoles, 29 de julio de 2015

EL HOMBRE COMO SER IDEOLÓGICO
HASTA LA CONSECUCIÓN DEL ENTE


Entre otras cosas, podríamos decir del hombre como centro humano, que no ha dejado de ser expuesto en el planeta tierra como parte de la materia, cumple funciones terráqueas sobre la plenitud del mismo, accionando todo cuanto percibe sobre sí mismo y a la vez como ser materialista.

Podríamos así decirlo como un materialismo cósmico.

De otra manera  ha sido un ser impulsivo entre la realidad y las ideas.

El mundo de las ideas que ha  sido centro del pensamiento.

Un ser difuso contrastado en su memoria y demarcado por el paso del tiempo entre la plenitud de la realidad.


Es a la vez un fósil sumido en el tiempo, un fósil sumido en la tierra y un ángulo cuyo campo es un camino psíquico que le impulsa a caminar.

Donde la huella es un camino y un encausamiento de ideas pospuestas que esgrimen una ensoñación. El encuentro de la realidad y el ambiente histórico, si echamos mano al centro de las consecuciones hablando de historia.

Acabaríamos por decir que el hombre es un ser histórico materialista aunque puede ser también el centro de la historia, la historia centro del hombre y la filosofía centro de sus ideas y centro del cosmos cuyo apartado es algo así como un astro que piensa y que siente.

La tipología del ser es algo así como un centro arquitectónico y valladar de lucha desde la corteza terrestre a ser centro consecutivo con base científica en el planeta tierra. El planteamiento que el hombre ha tomado sobre sí ha sido como el eje de su propia conciencia, y su desarrollo como propio articulo determinado dentro de lo que ha sido una causa por lo dicho.

La historia ha medido al ser como un enemigo inaudito por su tendencia psicológica igual que un enemigo para el mismo y que se hace daño a sí mismo. Si se sabe desarrollar lo que ha sido el tiempo como una base Socrática desde el pasaje filosófico “SOLO SE QUE NO SE NADA”. Por no haber sido comprendido por sus compatriotas a decirlo así como último término y centro  de determinio  sobre su vida y sus funciones contrapuestas.


No podríamos decir ni tampoco desde la base Socrática “sólo sé que no sé nada”, porque la sabiduría es el centro cuántico del ser desde su formación de las estructuras y del mundo sobre los campos de la civilización, lo que abarca y lo que quiere a lo que siente, lo que quiere a veces un ser inanimado sensible y también de naturaleza débil, empíricamente la civilización, el mundo comunicado y comunicando todo lo que ensalza sus ideas, su impulso y su naturaleza desde su origen, siendo como ser biológico materializado una revelación para la procreación de su propia especie, y desde su maqueta biológica. Un área determinativa de desarrollo y desarraigo donde el sujeto es el mismo y a la vez los demás sobre el énfasis de su conciencia, su psique y la Neuma que le envuelve. Como consecución espacial, el hombre siente, estudia, trabaja, desarrolla ideas y conceptos, y soslaya cuanto vive.

Desde los tiempos más arcaicos de la historia de la tierra y según el biólogo Darwin, el hombre parte de una lenta evolución.

La teoría de la evolución sobre la evolución de  su propia especie que ha venido generación  en generación, donde se ha visto y se ha mirado al ente humano como una causa cósmica nacida de un planeta ambiental y anaeróbico con consecución pseudotemporal, donde la vida se desarrolló desde un estudio genético sobre un virus que partió de la materia, llamado gen o principio de la genética  superpuesta, desde los mundos anaeróbicos, y la consecución de complemento sobre la misma junto al enclave de todo lo contrapuesto, o llamado de otra manera generación o principio de la vida humacera consecuente, y complemento de la vida donde la especie humana es así mismo un mundo de una vida continua y una corriente dinámica, y la misma corriente humana de transcurso sobre el tiempo. Halladas como consecuencia espiritual y biológica con inteligencia desde el apartado pletórico de la vida del ente hasta sus episodios por el centro del entorno  que transporta el equilibrio como una línea imaginaria de nuestra inteligencia llamada neura o neurona.


Por otra parte, la integración que ha tenido el ente sobre la acción de la materia y la energía tipifica dónde el ser ha sido el impulsor a lo largo del tiempo hasta la actualidad por la locomoción, la alta ingeniería, la comunicación social, las altas tecnologías, la investigación social y ese vaivén sobre el artilugio de la máquina como suplemento del hombre y complemento circunstancial de procedencia como algo que ha sido causa o consecuencia, complemento y circunstancia, y desde donde  nos hemos preguntado muchas veces  cuál es nuestra procedencia, o de dónde partimos. Cuál es nuestro principio.

Cuál ha sido la procedencia de nuestra vida si no ha sido así como una consecución científica, o  como decía Einstein “los dos dados lanzados al azar”, donde quizá Dios se vio comprometido  hasta nuestro destino, donde en el tiempo, y desde un mundo muy construido el hombre ha sido el epígrafe de todas las partituras humanas, y ahora mismo desde todo ángulo filosófico, el centro ideológico de sus ideas, que han sido transformadas por la historia del pensamiento. Las tendencias hasta el pensamiento puro y hasta querer convertirnos en un ser perfecto donde toda ciencia o apartado científico es el centro de todo nuestro conocimiento y no una matemática que nos sustrae un mundo calculable, como también la perfección gramatical y de nuestro lenguaje hasta convertirnos cada día  en un ser más puro, y nuestras ideas sean el núcleo interno de nuestra experiencia como resultado de las corrientes de la evolución cósmica y el resultado previo y puro de nuestra consciencia y similitud.

La partícula luminosa que alumbra nuestra vida, toda una visión de astros que vislumbran toda nuestra visión y el centro óptico de la conjunción de nuestra vida y el concepto que trajo consigo la consigna ambigua del centro de la vida.


EL EJE PENDULAR DE MATERIA COMO CENTRO CÓSMICO DE LA METODOLOGÍA EN CONSECUENCIA DE QUE LOS ASTROS SE HAN FORMADO COMO REFERENCIA Y EPISODIO DE TODO CUANTO SOMOS.


LA ENVOLTURA SUMISA DE NUESTRO PENSAMIENTO Y NUESTRO CUERPO ES UN VERDADERO BÓLIDO ESPACIAL MATERIAL QUE SI NO HUBIESE SIDO POR LA PERSUASIÓN DE LA FUGACIDAD CÓSMICA DE LA VIDA COMO PUNTO DE FUGA SOBRE LAS CORRIENTES HUMANAS, DE ENVOLTURA Y VOLTAJE A LA VEZ DE TODA NUESTRA NEURA, Y EL UNIVERSO COMO LENTE GALÁCTICO PRESENTE EN UNA REALIDAD CÓSMICA  DILUIDA COMO CONSECUENCIA DE LA METAMORFOSIS DEL TIEMPO DONDE NUESTRA PRESENCIA CÓSMICA HA SIDO DILUIDA AL AZAR.






1 comentario:

  1. Qué interesantes reflexiones!! Estoy muy orgullosa del trabajo que realizas en este blog, es un espacio donde nos ofreces interesantes visiones sobre multitud de temas! Un abrazo

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