jueves, 9 de julio de 2015



LA LEJANÍA. UN LUGAR QUE HABITA EN  NOSOTROS.
El  DESTINO Y SUS INCIDENCIAS




La lejanía es un lugar que habita en nosotros. Un círculo cuántico en el planisferio de la vida.

No podemos dejar de ver la realidad desde el plano  hemisferio de las cosas si no fijamos nuestra mirada en el centro, marcado por el tiempo y la misma realidad.

La acción de la realidad es un núcleo muy marcado unido a la presencia de todo cuanto nos rodea. Llamémosle presencia, imágenes, sentido común,  apoyo de convergencia o destino.


 Pero tampoco por años que hemos vivido hemos llegado a saber desde cualquier área lo que es la perspectiva del destino. El  sentido de la relación marcado por la historia junto a nuestra trayectoria y rumbo  por nuestro mundo que rodea a una trayectoria muy profunda en cualquier estatus de vida en el que se ha demarcado el ser.

La igualdad de coincidencias, la empatía social, los círculos sociales que hacen recurrir a nuestra moral y toda nuestra presencia en el tiempo.

La capacidad de expresión demarca un entorno comunicativo, denota nuestra acción a caminar en el mejor de los caminos y rumbos marcados  por la estética  de las cosas, la belleza y un entorno multicolor que rodea la física de la ley de proporciones hasta los más alejados mundos donde ha llegado la inteligencia del ser. La computación galáctica o alfa numérica de lejanía en los espacios lejanos, en las distancias lejanas o esa lejanía que habita en nosotros.

 Normalmente antes de empezar a caminar, desde ver toda huella y toda dimensión no tenemos por qué temer al vacío ni a los misterios del vacío.

Lo mismo que el hombre se ha lanzado  al vacío desde un avión o desde un cometa cayendo al suelo por la gravedad.



Ha puesto pie en el espacio en torno al lanzamiento del vacío.

El entorno al vacío es la parte proporcional de las distancias a la lejanía. Si así podemos entender una ley cuántica formulada por nosotros y una ley que atraviesa nuestro destino.

Una formula de coincidencia en el  camino y un encuentro de consecuencias que transporta nuestro ser.
Las fabulas de cuando éramos chicos estudiantes de escuelas y pensar que esa fabula hizo llegar a un encuentro con nosotros en el que la vida es algo así como  un encuentro entre los reinos de la naturaleza que a posteriori marcan el pasado el presente y el futuro junto a la dinamización corpuscular donde el reino de lo etéreo es también un libro y u n encuentro que funambulesca todo un panorama afín a lo que nuestra consecuencia temporal a la vida es no una fabula pasajera sino un acelerador que pisamos para una relación de cosas que enmarcan las ideas y las formulas.

Desde  la  propia universalidad partimos de una base de consecuencias que forman parte de un denominador común que están dentro de los círculos del tiempo.  O todo un resultado que nos adentra a saber todos los acontecimientos que han fraccionado la realidad de las cosas, un campo muy  disciplinado cuya causa no deja de verse.

Todo aquello que deriva a la acción de un campo procesal es a la vez un mundo represivo donde la ley le pone una valla a nuestro destino.




Podríamos decir  así que la lejanía  es un campo matemático decimal y el destino es el resultado de esa derivada o de esa lejanía que nos adentra y nos absorbe.

Los campos milimétricos y decimales son a la vez un encuentro experimental de desarrollo que parte de un lugar y determina en otro que a la vez iniciase su trayecto.

No podemos saber cuál es  nuestro destino ni donde termina sino en un encuentro pasado por nuestra imaginación y magnético desde todos los campos de la cinemática y su precisión final y un cuerpo expuesto a la  precesión de la libertad. A la vez  un encuentro en  las distancias.

Un numero decimal y a la vez  mixto que termina en un proceso donde la vida es algo más que un campo terrenal cuya superficie no es solo el mundo que pisamos sino un atardecer que nos despierta a la vez, como corre el agua de un rio desde su nacimiento y ver correr  desde su  manantial.


Nuestro destino es un choque con la vida y a la vez con la muerte aunque no sabemos donde termina todo ese pasaje tan tumultuoso.

Muchas lagrimas han corrido en el tiempo y en la historia para nunca ver el ser excepto cuando se ve de forma  visible correr por los ojos de nuestro adversario  sino saber que aunque sea incompatible  también es la voz de nuestro camino, el numero que multiplica nuestra presencia y nuestro ser que escribe y esgrime nuestro rostro enjuagado por todo un énfasis que le hace sufrir.

Ni los países más poderosos sabrán nunca el criterio paramétrico dimensional Si no se encuentras una base humana o humanista.

Saber a ciencia cierta desde la física de partículas. Cual puede ser la consecuencia que cualifica al ser como una distancia como las dimensiones ya no encuentran formulas  para medir números y esos números sean a la vez el resultado de todos a la par.






PRINCIPIA  A SECUENCIA  NUMÉRICA  ET  SIMPOSIUM

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