ENTRE LAS LEYES DE DIOS Y LA
SECUENCIA EXISTENCIAL DEL HOMBRE
ENTRE LA PERPETUIDAD COMO RESULTADO MACROTEMPORAL
DE LA VIDA
Todo fluye en las ideas y el resultado del pensamiento de los hombres.
Nuestra vida y el compartimento de nuestra existencia.
Desde las últimas teorías científicas al universo y el hombre
como punto de partida junto al hombre desde haber hecho la vida como centro de
la existencia.
Todo nuestro conocimiento
como resultado, y una premisa aclaratoria y centro de los sistemas sociales, también centro
de recorrido ante la vivificación consumada y póstuma conexa a las relaciones metafísicas que unieron al hombre.
Nada ni nadie somos el
resultado de cualquier ente o principio.
La recurrencia de una sabiduría a la que solo se puede acercar hacia una hegemonía relativa.
Entendiendo que la relatividad de las cosas y todo cuanto existe
es un punto de fuga incólume entre el espacio y el tiempo.
Pero muchos nos preguntamos por muchas analogías que integran
la ciencia.
El espacio es algo así como el resultado anónimo de todo lo
que ocupa un cuerpo, una función metodológica como consecución de lo que ha
sido el núcleo de la vida, la física de la tierra y cuya base esquemática del
rumbo que nos sigue transgrediendo a un cuerpo decimal, que bordea todo lo
expuesto con rumbo, causa y dimensión hacia el conocimiento de que tras la fórmula, la energía, la vida y el
temperamento que caldea nuestro interior junto a todo aquello que ocupa un
lugar en el tiempo y un recorrido.
Tiempo es todo aquello que camina y marca todas las áreas de
la vida y del universo.
Todo ente, toda luz, y las funciones de cuanto existe no
pueden ser nuestra vida sino una consecución muy triste que deambula entre la amargura y la melancolía,
por lo cual desde una verdadera laguna de soledad que camina por el tiempo como una causa pasada de
nuestra esperanza, y ante cualquier causa pasada de cuanto transcurre junto a
nosotros y nuestra sensibilidad, o nuestra inteligencia junto a lo que pudiera
ser una meta y un encuentro soslayado del método etéreo de nuestra vida.
Todo un recorrido circular
y deambular como un móvil que transmite energía y velocidad junto a todo un
recorrido como un móvil que transmite energía para TODO EL PLANETA
TIERRA, EL UNIVERSO Y LOS CICLOS DE LO QUE HAN
SUCEDIDO EN LA VIDA HUMANA, Y EL CHOQUE CON NUESTRA EXISTENCIA POR TODO
EL RECORRIDO POR LA EVOLUCIÓN.
LO QUE PUEDE SER EL
SER DENTRO DEL COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL. Vida, causa y eternidad, principio y
final.
La congruencia de los
momentos transcurridos, nuestro recorrido y la trayectoria que va originada desde
un principio hacia un destino, ni tampoco llegar a la consecuencia final de
nuestra analogía, o ir el planeta tierra y sea así su morfología junto a
DIOS el Creador desde todo apartado de
los mundos hasta el final de nuestra vida,
y el final del trayecto donde toda impunidad exactitud como el poder de nuestro
ente junto a la viveza de nuestra plenitud.
Nunca podríamos ni deberíamos socavar todo aquello que deberíamos
hacer junto a la unidad de las masas o
nuestra vida puesta a prueba.
No demarcar y retar nuestra unión vivaz si no se tiene temor al creador junto a las pruebas de la vida con pasaje apologético de iluminación hacia nosotros, un proceso arrojadizo que sucumbe al tiempo con causa infinitesimal ante la energía y la mente como recurrir de todo aquello que realmente no alcanza.
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