miércoles, 27 de mayo de 2015

ENTRE LAS LEYES DE DIOS Y LA SECUENCIA EXISTENCIAL DEL HOMBRE

ENTRE LA PERPETUIDAD COMO EL RESULTADO MACROTEMPORAL DE LA VIDA


Cualquier camino de marcado, donde los potentados han disuadido al ser como causa de las funciones límite que recorren todo cuanto perseguimos, entendemos o presentimos.

La causa y la consecuencia que nuestra premisa pudiera encontrar que las masas involucionaron, donde todo nuestro campo y área evolutiva como causa de nuestra trayectoria, porque la vida que culmina en lo que se entiende por el final de los momentos vividos, por el cual la energía y nuestro encuentro eterno han continuado y persistido en el tiempo.


Ya no podemos encontrar para el hombre ni ser con testimonio emblemático, cuya disidencia es el resultado ecuánime con la realidad, el hombre, como persona, y el contexto de tanto entender al universo y nuestra mirada al tiempo como disidencia de la historia.

Un camino digital con partitura donde la historia no sólo es la consecución de los hechos cuyo primer apartado es el hombre y luego la civilización.


Cuya mirada fuera eternal al otro ente amigo o el ser y los seres de nuestra compañía. Todo lo que se entiende por causa y efecto, que late como secuencia del transcurso de la evolución, nuestros amigos o los seres que los acompañan, nuestra familia, y todo un campo que precede a la acción y circunstancia que se encuentra en nuestro camino.


La división o decisiones que se encuentran en un valor relativo o correlativo en la narrativa en el que no somos dioses, somos ángeles, como entendimiento de una causa del PORQUÉ SOMOS O DEL YO SOY.

Encuentro y circunstancia, donde la vida humana debe ser respetada, ya que la primera de las causas de la existencia que el creador puso a prueba, y no la sangría de las guerras ni sus causas o porqué. Así como la secuencia de un campo agresivo, disuadido en nuestras circunstancias como encuentro en el trayecto, o podríamos llamar declinación.


La presencia histórica del ser es un contrafuerte sobre la acción de lo que Aristóteles decía desde el camino hacia la evolución y lo profundo de las cosas, la sustancia y el movimiento a la quinta esencia.

La relación eterna de una mirada al firmamento, las estrellas, astros y fenómenos cósmicos, o poder entre ser y Dios, si el ser pudiese ni encontrar una gramática humana que dejase de ser persuadido por su adversario.


Todo tratado es la función de una base moral y un encuentro cuya determinación no es encontrar en un ejercicio de calcular el sonido con el aire o la visión con la vida, y la vista de todo lo que ilumina nuestro recorrido cuando miramos a lo lejos y vemos que nuestra visión tiene un tope.

Toda nuestra vida enfocara de una manera calculadora, con el sentido del tener, querer o precisar de las cosas. El progreso de una parte del tiempo y un trayecto que solo vive con la incógnita de incidir y seguir el resultado de toda inclinación psíquica gravitacional o psicofísica.

DIOS COMO SER DIVINO Y ESPIRITUAL.

EL HOMBRE COMO SER HUMANO ESPIRITUAL COMO MOTIVO, CAUSA Y ELEMENTO PERPETUO, O LA REALIDAD Y LA PLENITUD DE TODO LO EXISTENTE.






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