Podríamos medir cual es el eje de muchas dimensiones espaciales. Pero
jamás podríamos medir todas las dimensiones del universo y de los fangos cósmicos.
Podríamos decir que nuestra
vida es parte de nuestro destino y de nuestro ser pero no podremos decir nunca
cual es en su totalidad la partitura de nuestra vida , cual puede ser la
totalidad corpórea y humana que parte de
la consecuencia de la misma y de todos los itinerarios que se pierden en el
espacio.
Un anagrama vectorial constituiría
todas las partes simétricas de un sector diagonal en consistencia infinitesimal
y divisible por muchos cuerpos simétricos cual puede ser la constante
persuasiva de la vida y de las funciones cósmicas sobre la evolución del
universo y de los fangos del tiempo. Como empezaron o como pueden terminar Suponiendo que nuestro universo tenga un
final y sea un final destructivo que quizá no se sepa como.
Los campos del artificio y la
evolución constatan un posible cataclismo cósmico inenarrable por los que no
existirán parámetros estratosféricos para medirlo.
O podríamos decir que nuestro universo sea
eterno, nuestra conciencia a la vez las funciones de nuestra vida nuestra
presencia en el universo planetaria y todas las dimensiones a la vez. pero ¡cuál
es la dimensión certera de nuestra vida!
El centro de nuestra energía y de
nuestro temperamento corpóreo o la dimensión de nuestro campo gravitatorio de acción sobre el tiempo y las distancias a la vez que nos
alejamos de ellas. Nuestra presencia en el tiempo y las distancias a la vez que
nos alejamos de ellas. Nuestra presencia en el tiempo sobre la acción de
nuestro ente gravita en torno a las morfologías cósmicas de persuasión sobre
las barreras físicas, los fangos biológicos y las constantes del ritmo
persuasivo de nuestra vida como eje consistente de nuestra base cósmica
insertada en la tierra y las pautas de nuestra consistencia
terrenal sobre nuestra existencia que
demarca el tiempo y nuestra trayectoria por el mismo donde no hay medidas para
hallarlo y que se pierden en la lejanía del firmamento, ¿Qué somos , de dónde
venimos y donde vamos?
Una pregunta que nos mueve a pensar que existe
algo mas allá de nuestra vida y que hay
algo que envuelve a nuestro ser que nos
impulsa al ritmo que late nuestro impulso psíquico y neumico de nuestro corazón
en el latido de nuestra vida a nuestra frecuencia muy remota que marca el
tiempo , nuestra persistencia y saber que nuestro destino existe en la
evolución de nuestra conciencia y a la vez una voz cósmica que antagoniza la frecuencia de nuestro corazón e impulsa nuestra vida donde cada pulsación
es un cronometro muy lejano que no hay horas, ni minutos, ni segundos y ni si quiera
años para saber cuál puede ser el rumbo
de nuestra evolución cósmica en la lejanía de las distancias en el infinito en las dimensiones pasajeras del
universo o que quepan tesis materialistas psicológicas que digan que quienes
piensan sobre el universo, las distancias o la metafísica del tiempo con
barreras dismorfológicas que jamás se
pueden hallar existan disfunciones neuróticas
sobre nuestra mente al choque que la vida a la vez sin que lo sepan los neurocientíficos es algo más que un choque de persistencia neuropsíquica
o sobre el funcionalismo neuronal de persistencia sobre los neurotransmisores y
que para nada sería posible en ningún campo neurocientífico estructuralizar barreras
sobre la materia su persistencia o las funciones de correlación psíquica sobre
las esrtructuras del universo y mucho
menos en el que nuestro cerebro es una distancia más sobre la difusión cósmica
de la materia de los apartados neurológicos de nuestra memoria y a la vez un
campo digital que rota sobre el sustrato
cósmico en el espectro de la tierra.
Las transformaciones planetarias y todo el
estrato dimensional que percibe nuestra neurosis y el campo neurobiológico de
persuasión sobre la realidad y las áreas luminosas etéreas que armonizan el
aparato disuasorio de nuestra vida como un campo disuasorio que ni el
azar ni el destino puede predecirlos
sino que a la vez todo viene a ser un símbolo que culmina en el Ocaso de las
funciones espaciales en la evolución de los tiempos y que el tiempo es una fase
eterna que preconiza las fases del vacío.
La persistencia sobre la energía del
universo y la acción motriz que actúa sobre
las áreas de centrifugación sobre la fuerza cósmica gravitatoria que
magnetiza el tiempo y el espacio donde el universo y nuestra conciencia dentro
de todos los fangos espaciales y en el centro de la Vía láctea desde el lado más
profundo donde la evolución cósmica no deja de latir y la expansión del
universo es una constante disuasoria de
persistencia aérea que armoniza y deambula sobre la acción de toda magnitud en
la lejanía de la precognición del tiempo nuestra mirada al cosmos y la
precisión a la vez de todo el espacio
donde el mismo universo ya que no
existen centros en el mismo es el centro de todas las dimensiones y la evolución a la vez de todo el espacio sobre
la concentración y la persistencia del tiempo en todas las áreas de la LÓGICA
CÓSMICA.
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