La tierra ha sido todo un centro en una mirada al cielo
de noche con un telescopio o a simple vista con nuestra imaginación definiría
todo nuestro sentido en el tiempo como un trasbordador que unificaría el centro de la distancia entre nuestra
vida, el infinito y el creador. O el
decir mirando al cielo en una noche llena de estrellas con su resplandor.
Cuan grande es la creación. Todo
aquello que podamos denotar al espacio y a nuestra vida filosóficamente no es
otra cosa más que una luz planetaria que
dinamiza la misma función de los años, el latido y la frecuencia del latido del
corazón, una milésima de segundo o la distancia cuántica que bifurca nuestra
vida narrada desde el espectro de nuestra consistencia como humanos, la
unificación de de todas las distancias que deambulan por el infinito por el
universo y al mismo tiempo la bomba de nuestro corazón que demarca todos los
procesos y partes accidentales de nuestra vida, las funciones psíquicas de
nuestro ente y el cronómetro que al
mismo tiempo marca nuestra memoria y algún día el tiempo y nuestro fin. ¿Cuál
es nuestro sentido en el mismo?
Podríamos definir nuestra vida
como un choque expansivo de elementos que bifurcaron la materia.
Un campo astronómico y de investigación que partió de toda una explosión y nube galáctica.
Nuestra vida y nuestro ser
difundida tras la muerte ya tiene un destino en el tiempo que refleja la acción
de nuestro ente y la persistencia como radical del tiempo. El llamado NEUMA.
Humano que se introyecta desde la acción
emisiva de la luz y el resplandor del cosmos.
Todo lo que astronómicamente
pueda ser una onda cósmica no es otra cosa más que la partitura de la radiación
geométrica del tiempo y de nuestro pensamiento.
Un rayo de luz dirigido al
firmamento cada vez que nos dirigimos a él
y a nuestra vida envuelta por el mismo.
La retroacción de los tiempos es
una llamarada mecánica que desplaza
todas las funciones distanciales y longitudinales que refractan el tiempo.
Una emisión difusoria que
contrasta todas las funciones de la existencia si algún día existiese al final
de nuestra vida, un encuentro con el creador, la tierra seria el último de los
corpúsculos en conocerse científicamente una singladura y un lema por el
espacio y encontrar todo un preámbulo de galaxias que forman un encuentro unas
con otras y donde la tierra. El planeta donde hemos habitado sea a la vez.
UN ENCUENTRO PARA LA LIBERTAD.
UN FANGO ASTRONÓ
MICO ENTRE LA REALIDAD Y EL
COSMOS.
Y A LA VEZUN LATIDO CRÍTICO EN EL
TIEMPO.
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