Me llamo José Maria. Nací en un pueblo
Zamorano limítrofe con León, llamado Pobladura del Valle. Pero tuve una
terrible desgracia que consterno mi infancia y cambio el rumbo de mi vida,
marco otros itinerarios que yo no hubiera podido pensar nunca. ¡Qué culpa tuve!.
Mi madre falleció al año de mi nacimiento.
La mala suerte traslada mi vida a
un pueblo cercano. Todo iba a cambiar.
Pasaban los días, que cuando uno
es niño, no se da cuenta hasta que el
reflejo de su memoria florece.
Hacia mis 10 años, notaba una
terrible incertidumbre circunstancial donde no existían más que linderas,
huellas de caminos. etc.
Pero lo que más emergía eran las
lágrimas que no esclarecían al exterior. Comencé a notar cambios bruscos hacia
mis 13 años.
Era un estudiante apasionado, tras lo cual inculcaba
mi vida motivada por mis estudios en la escuela. Con la presencia de los años, el transcurrir de las
horas vividas, la sensibilidad, el florecer de u nuevo día, la primavera, los
segundos de reloj, la vida continuaba
tras los procesos que marcaban mi constancia vital y entre los ciertos trances
de salud que circunscribían mi camino
por fuertes hemorragias nasales muy frecuentes ya que no había día que
no saltase.
La familia estaba preocupada tras la cantidad
de sangre que llegue a perder tras las fuertes hemorragias. Entre en una anemia
ferropénica.
No sólo sangraba por la nariz, sino también por la boca. Ya no
podía seguir así. Creí que mi vida se
me Iba de las manos. Vieron que era algo muy urgente y me enviaron
a un Internista. Creí no haberlo contado
pero gracias a los tratamientos que el especialista me
dio llegue a recuperarme.
Tenía 14 años y entre los
estudios estaban los llamados recreos y ratos libres. Los compañeros de clase y
del pueblo comenzaban a organizar disputas deportivas. Poco a poco a medida que
crecía, sin darme cuenta comprobé unas altas cualidades físicas y a la vez intelectuales
que me permitieron ser un gran estudiante y a la vez un gran jugador de futbol, poeta, filosofo,
soñador y goleador.
Comencé jugando en las ligas
provinciales y comarcales del área de Benavente y los valles hasta convertirme
en uno de los mejores jugadores de la zona. Muy duro en la defensa con un
futbol muy técnico de alta precisión técnica correoso y tenaz y muy peligroso
en el ataque y en el área.
A mis 16 años ocurrió algo tan
raro entre los estudios del bachillerato y partidos de futbol donde llegue a
tener tal afición que tanto la Filosofía
como el futbol se convertían en una pasión y donde se la jugaban los equipos
españoles y la selección con selecciones y equipos del Este que hacían viejas glorias, parecía estar
transportado a otro planeta.
Recuerdo un partido en el que jugaban al día siguiente Bayer de Munich e Inter de Milán dos grandes entre los que existía tal
magnetismo, que la noche anterior ni el sueño me hacia sombra.
De esta forma, entrando ya en la
etapa de la juventud comencé siendo un revolucionario en el que destacaba la
imagen literaria del paisaje bucólico de la vida tras una enorme arma de
fuego que se producía cuando se
disputaban partidos posteriores en los que España se la jugaba con países del
Este y equipos del entorno.
Yugoslavia, Rumania, Polonia y la URSS. Cuyas
bases motrices eran autenticas maquinas, artilugios del futbol mundial que marcaban el perfil social.
El Estrella roja de Belgrado, Dínamo
de Bucarets , Espartak de Moscu , CSKA, de Sofía Dinamo de Kiev, LLegia de Varsovia, EstalK Mielek de Polonia.
Otros auténticos del futbol Europeo marcaban la pauta social de los años 70 y
principios de los 80, en los que triunfaban a la vez grandes músicos
internacionales junto a un disco que hizo vibrar a la juventud de aquellos años
OXIGENO.
Tras Oxigeno y
entre sus notas electrónicas, El Dinamo de Bucarets y el Estrella roja
impactaban en Europa, causándome una gran impresión.
Mientras tanto ante la intención de jugar en
un de estos dos equipos y ante mi intento
por cruzar el muro surgieron en mi vida graves y serios problemas
familiares junto a la vez enfrentamientos sociales, con el impulso que me sostenía ante la
intención de trabajar a la vez como relaciones públicas junto a Estefan
kovazs preconizador del futbol
total en el Aajas de Amsterdan y seleccionador de Rumania.
Las viejas bandas musicales a la vez que
armonizaban los años de aquella dorada y
prodigiosa etapa que inyectó con los años,
la trayectoria de la filosofía, las
constantes revolucionarias y que presagiaban florecer una nueva etapa de la mi vida .
Nacía en mi una ideología COMUNISTA.
Que a través de los segundos, los
minutos, las horas los días, hasta los actuales años, denotan en mi una vida
nacida dentro de un torbellino que se
cristalizó en la trasparencia proclive, batalladora e ideológica de los años 60
y 70. En un fulminante viaje astral que todavía transcurre y transcurrirá en el
color del cielo, el rojo de las nubes, la aurora boreal, la pureza del
ambiente, relieve que añade al espejo de
la historia, la cronología y abstracto clima que tapiza los colores del día la
oscuridad de la noche y el crepúsculo del firmamento .
Un viaje astral por Europa del
Este, una esperanza que cunde, tras el color azul de los inviernos, la
integridad vivida.
La filosofía que envuelve el mayor de los
ámbitos sociales, el hervir emocional, el juego viviente de la emoción, el
pincel de un cuadro por una verde ladera,
tertulia medieval de luchas gladiadoras, el Calcio italiano, el actual futbol,
la fiesta, El palpitar patriótico de un pueblo, los lados sociales. El símbolo de una guerra que ensaña libertad. El sudor.
Una máquina del tiempo.
Un deporte llamado FUTBOL.
ELPODER DE LA LIBERTAD.
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