lunes, 13 de mayo de 2013

LA CERTEZA DE MORIR UN MUNDO QUE SOBRECOJE. EN EL UMBRAL DEL TIEMPO




Todo el mundo piensa que la muerte es un paso premonitorio de la vida; pero que es la muerte de verdad. Algo que en realidad desafía al tiempo a la vida, al hombre y a las formas. Un paso más que tenemos que dar, que nos asusta y entristece. Que prevalece en la existencia, persecutorio, premonitorio y disuasorio que dentro de nuestra memoria persiste en nuestros seres queridos. La existencia del universo es una llamarada cósmica tenebrosa que trasmite el ritmo de nuestra persistencia y nuestro paso por la vida simbolizando cual puede ser nuestro destino.

Pero nuestro destino en el tiempo no lo marcan las estrellas como dicen los astrólogos, ni los astros son el destino de la vida ni el preludio de nuestra existencia, sino un rumbo físico biológico y a la vez espiritual que demarca el principio de nuestra vida como centro de la tierra y un orbe que denota nuestra trayectoria en la que nuestra vida es un recorrido por el tiempo que no termina nunca y que se sublima hasta nuestro final en el proceso de nuestras enfermedades que como procesos  biológicos de nuestra vida son un paso ardoroso y de sufrimiento que nos empuja hasta que llega un momento incurable en el que ya no existen medicinas para curar nuestra vida y nuestro ente  concluye hasta la destrucción del mismo. Un especialista en neurocirugía  me preguntaba si se podría  prevenir la muerte. Se podría prevenir cuando se curaran las enfermedades los virus y no existieran ni los virus ni los accidentes o choques de la vida y en lo que hasta ahora antagónicamente no existen al final de nuestra vida más que lo que podemos ver mientras existimos.
Cuál sería la formula que haría resurgir que nuestro paso por el tiempo fuera inmortal dentro de los pasos psíquicos y espirituales en  donde los caminos del universo  son infinitos e indefinidos y se pierden en la lejanía de la distancias por muy diminuta que sea en donde todas las distancias del universo se pierden y no existen choques materialistas ni científicos  que nos hagan entender como  presagio de nuestra vida que la existencia como parte biológica  de nuestro ente tiene un final o por el contrario es un choque galáctico que determina el tiempo y la precognición de nuestras circunstancias en las que el tiempo para nosotros ha terminado y hemos llegado al final del trayecto .

Nuestra vida como dice el párrafo latino  quedará para "SECULON PERINE IN I LOTEMPORE". Será un proceso que nos debata en el mas allá que posiblemente sea lo que más nos depare el miedo a morir y que junto al umbral de  nuestra  vida existe un tiempo en el mas allá que desplaza el alma  al final de la vida en el momento de nuestro desenlace  como la velocidad de acción que desplaza el tiempo el final de nuestra realidad y el principio de lo que para algunos filósofos y metafísicos es algo así como una utopía  en la que ya no quedan  filosofías ni nada que se pueda contar acerca de ella por muy avanzada que este la metafísica  y que tampoco la metafísica va a curar la muerte ni ningún campo de la ciencia por mucho  que el progreso avance y que dentro de nuestro existir este la realidad oculta en nuestro pensamiento y que si así fuese dentro de la evolución biológica  de la existencia somos mortales por naturaleza y nuestro cuerpo es vulnerable al tiempo  en donde por nuestra vida no se puede ignora la vida  como tal ni mucho  menos  por nuestra premoniciones intelectuales ignorar la presencia del creador como alma y centro de los mundos, por la cual nuestros procesos del tiempo y en el tiempo son una partitura  gramatical y numérica que nos transporta en nuestra vida y nos conduce al firmamento al final de la misma en donde lo mas profundo es la eternidad y algo que solo se puede alcanzar en la penumbra de nuestra vida sintiéndose  realizados y donde la esperanza del tiempo y de la historia por muchos filósofos y astrónomos que hemos existido hemos buscado la fuente de inspiración  en el pensamiento, en la razón y en el universo y no hemos parado la vida, las funciones biológicas, ni el rumbo de la civilización ni menos nada que cure la  muerte por muchos  viajes que  hemos  hecho por el universo y solo hemos podido decir que es inevitable que como principio preliminar de nuestro recorrido por el tiempo las palabras por si  nos sirve de consuelo que Jesucristo decía por el umbral del tiempo .
 NUESTRA VIDA NO TERMINA SE TRANSFORMA.


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