NUESTRO TRAYECTO POR EL
TIEMPO Y UN TRAYECTO ARMÓNICO DE SOLEDAD.
Podremos decir muchas cosas en el
cómputo de nuestras imágenes por la vida y nuestro recorrido.
Nuestra vida ha sido una línea imaginaria
transformada en vacío, en éter y un trayecto armónico de soledad como única compañía que nos
consuela desde los más agitantes y tenebrosos mundos al amparo de
todo lo que pasa por nosotros, una mirada al resplandor del cielo y nuestra
morada se ve reflejada por el tiempo o nuestro trayecto por la vida que acompaña nuestro ser.
Todos los planetas del sistema solar y un significado que para nosotros tiene junto, a la vez está en una diagonal que surge en el ayer, el hoy y el mañana o la sensación vertiginosa
que transgrede al tiempo. La esperanza que al final de nuestra vida transporta como un rayo a la velocidad de la
luz y la dispersión de la luz.
Un mundo distinto y de soledad donde el tiempo
como una relación armónica de desplazamiento igual que una partitura radical entre
la realidad y el equilibrio junto al infinito por múltiples universos
existentes.
Tiempo de raíces vistas hacia el cielo
y un área presente fijada en la superficie de la tierra.
Áreas gramaticales en el orbe humano que presagia una actividad
pasajera y constituye el pasado, donde ya nada se puede evitar ni fijar.
Un mundo indisoluble y algo
venidero que transporta la realidad o la objetivación y la armonía de las cosas
entre el centro de la vida, las latitudes de la misma y una luz transparente que
metamorfiza la realidad pasajeras en un órgano en el que todos los campos de la
activación física, donde desde una parte
proporcional al cuadrado del tiempo y donde el infinito quisiera tal vez ser otro.
Cuando que no a todo aquello que no tiene fin, si no un área física que terminara
en un espacio distinto.
Se han hallado en torno a todo
aquello donde las leyes físicas determinantes en un campo de refracción como un
órgano descriptible con múltiples dimensiones.
El conocimiento de la realidad está presente
desde la trayectoria del sonido y la física de
partículas, así como los centros de la naturaleza que se pueden medir
desde la veracidad de latería que no
deja de activarse y de partir aunque se vea de una forma distinta.
La naturaleza del tiempo es todo aquello
que vibra en todo lo que se oye a través de la velocidad, la fuerza, y la
acción de la energía, como un campo perpetuo
transitorio así como el peso cuando caen,
la acción de la gravedad y todo lo que predomina sobre la consecución de los
campos de la energía, la solidez de la materia y los campos espaciales que se
desdoblan desde la acción de la materia y los campos transformables.
Una línea paralela que termina en
un cuerpo expansivo sobre la relatividad y todo un encuentro de fuerzas entre un
campo de perspectivas donde el recorrido de nuestra vidas es la misma acción de
la relatividad. Y un encuentro de simulaciones transitorias que continúan sobre
un compendio hallado hacia donde todo nuestro recorrido por la vida está entre
lo que puede ser como un término realizable, material e inmaterial sobre la
mecánica de los cuerpos la inercia y a la vez la de envoltura y discontinuo.
Todo aquello que ejerce una fuerza sobre la misma acción
de la gravedad y nuestro paso por la vida, que es una secuencia sobre un mundo pasajero
que transmite energías y desborda cuanto sabemos o percibimos desde una fase mecánica
que transporta las dimensiones cósmicas que yacen en la expansión del espacio.
Las bases temporales de la vida
y un itinerario marcado, interactivo e
indeterminado por la energía y las premoniciones, que se ven transportados por
los ángulos de percepción social y clínicos de la función de nuestra vida. Las
fases corpusculares con base motivatoria ya que pueda dinamizar el principio
lógico cuántico que establece un fango de aire cósmico que rodea nuestras
funciones; como el puente aéreo de nuestra inteligencia sublime a lo más
superficial de nuestro ente. A lo más
profundo desde una ecuación matemática, a una mirada telescópica al cielo que
fija nuestra mirada al universo, como un
campo de lejanía y precisión donde todas las distancias subliman un área
luminosa y sonora o de inocuidad y precisión entre lo que podríamos llamar
hacia el empuje de la velocidad y la energía.
TODO CAMPO AÉREO MÉTRICO O DISIMÉTRICO
DE DERIVACIÓN CONSECUENTE ENTRE LAS FASES FRECUENTES DE LA VIDA. FÍSICAS
DISMORFOLÓGICAS O PSÍQUICAS DEL ENTE, SE DISGREGA A UN TÉRMINO DONDE LA MENTE YA
NO PUEDE PENSAR POR SI SOLA Y ANTE UN ENEMIGO QUE NOS APABULLA; Y EN TODO EL
RECORRIDO POR EL TIEMPO DESDE CUALQUIER ÁREA O FASE DE NUESTRA VIDA.
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