miércoles, 10 de junio de 2015

EL SOL: NUESTRA ESTRELLA Y EL OJO HUMANO

ENTRE LA DISTANCIA Y LA LUZ



Tal vez algún día en la distancia desde la tierra y la historia, nuestra vida fue divisada por el tiempo y la relación total de todo aquello cuanto nos alumbra.

NUESTRA ESTRELLA, EL SOL, O NUESTRO ASTRO PRESENTE COMO UN  HALO ASTRONÓMICO DIFERENTE A LOS DEMÁS Y NUESTRA VIDA COMO SI FUESE UNA ESTRELLA ERRANTE DESDE EL  CENTRO DE NUESTRA VIDA.


Y una secuencia en todo aquello que representa la biología y la  visión astronómica que frecuenta nuestra vida desde todo margen conceptual  alrededor del tiempo.

El sol tiene una fase mecánica y luminosa de resplandor luminoso  cuya acción representa una respuesta  entre  todas las fases metafísicas y física cuántica referente ante todas las distancias.


La luz y las sombras no dependen solo de nuestro campo diurno en una fase que dista ubicada sobre nuestra vida y todo cuanto representan las fases del universo.

No se ha parado el hombre a pensar que todo el recorrido por nuestras vida y el universo junto a la estrella más  importante para el ser, que ha sido el sol, tal vez pensaría con otras formas sabiendo que el universo y Dios no se pueden cambiar de lugar, ya que toda dimensión geométrica o física es un resultado donde ya no quedan más formulas sino que todas son un encuentro añadido a todas las distancias.


La luz recorre todo tipo de distancias que solo nuestro ojo humano puede relacionar en un área donde solo por la pulcritud de los campos de la realidad, la morfología de la luz es un tiempo diferente entre todas las latitudes conocidas, donde toda base matemática derivada, integral, vectorial o sistemática cuya locomoción y luminosidad, tanto las ráfagas diurnas que unifican que la tierra vista desde el espacio a la vez transformatorio es la acción de todas las distancias que se encienden y se apagan donde las bases geofísicas formulatorias donde el tiempo y la velocidad son un encuentro geométrico de dimensiones y el reflejo cuadrangular de nuestra vida y de nuestra frecuencia.


Es tiempo de filosofía astronómica desde la acción de las frecuencias unifican la luz que se vuelve pálida sobre el núcleo interno del firmamento, toda aquella distancia y disuasión que es más que un lugar determinado desde el cual ha sido encontrada toda la energía que denota nuestro recorrido por el tiempo.

Si hallamos numéricamente cual puede ser el área de una latitud cósmica daríamos paso a la acción biofísica entre la vida y una ecuación convencional desde donde la energía es el camino hallado y mas difícil de encontrar desde el resultado del espectro de la materia en la función de los lados de un lado aplicable a todo ente geométrico espacial, en el que la luz, el sol y el ojo humano son la unión de todo punto geométrico, y nuestra visión es el encuentro de todas las distancias, ya que sin nuestra visión la energía y nuestra vida serían un cumulo apagado entre el tiempo, el propio abismo y el núcleo galáctico entre las  distancias cósmicas.


AUNQUE TODO SE FUNDE DESDE LAS ENTRAÑAS DEL TIEMPO, NUESTRA VIDA Y EL UNIVERSO JUNTO A UNA MIRADA AL TIEMPO, Y UNA DIMENSIÓN RECURRENTE QUE DEAMBULA POR TODO EL UNIVERSO Y TODO LO QUE OCUPA UN CÚMULO EN EL ESPACIO SERÁ EL CENTRO DE NUESTRA VIDA Y LA MISMA CON UN PROCESO ATENUADO DONDE LA GRAVEDAD DEL PLANETA DIVERSIFICA TODA NUESTRA NOMENCLATURA SOBRE LA DIVISIBILIDAD DEL TIEMPO Y LA PENUMBRA DE TODO AQUELLO CUANTO DOS DIVIDE.

TIME AND THE  GALACTIC EYE LUMINATORUM  ET CLEAR.


No hay comentarios:

Publicar un comentario