EL MUNDO QUE NOS RODEA,
PUNTOS DE ENCUENTRO
UNA LATITUD CÓSMICA
DESCONOCIDA POR LA CIVILIZACIÓN.
LA CRISIS ACTUAL
MUNDIAL, UN MUNDO QUE NOS ABSORBE Y UN MUNDO DESEQUILIBRADO. EL SEXTANTE MATEMÁTICO SOCIALISTA.
ESTATUS HOMINE ET
CRISIS ITS.
EL SOCIALISMO PURO LA ÚNICA SOLUCIÓN
EL SOCIALISMO PURO LA ÚNICA SOLUCIÓN
Todo cuanto nuestros ojos divisan en todas las dimensiones
biológicas y fenómenos que se producen, una nueva dimensión vista cada día. En
el reflejo de la vida, ¿cuál es la causa y el proceso? Una constante con
variables hemisféricas y una estrella fugaz tenaz con coeficiente candente
físico, químico, biológico, etéreo, aéreo e infinitesimal, de morfología
esférica y vida inteligente. ¿Cuál fue su punto de partida?, ¿cuál será su
destino?
Toda nuestra conciencia crítica, pensante, espiritual,
pausal o social, puesta en todo un panorama que abarata el mundo y que viene
siendo el desequilibrio y conjunción de las masas en el que él mismo vive.
Ya no es el paro, ni el dinero sino poderío de quien asume
cuanto piensa, en valores y luego no los conecta con lo que tiene, quiere o
siente. Tal vez, se haya olvidado de sí mismo pero es cierto que utiliza la
cabeza más que el corazón. La ley de la desproporcionalidad en el equilátero
que repercute contra lo que él mismo piensa pero para nada entiende lo que
quiere.
Echemos mano a la no demagogia de sentir para acceder a lo
que se tiene. Está la codicia de todo cuanto se puede conservar y abaratar pero
no lo que se suma en números o ecuaciones. ¿Conocemos los números
antropológicos de una historia numérica que no termina nunca y que desbarajusta
el tiempo? Pero entiende el hombre el factor evolutivo que no desarrolla un
trabajo ni el bienestar de lo que se tiene sino tener un concepto de sí mismo
filosófico y temperamental del yo ser más que del yo saber o del yo entender
porque tengo o deje de tener. Si no se tiene razón ni valor o que la razón
nunca se pierde cuando se objeta en valores o en conjunciones que fundamentan
en lo que se quiere percibiendo al tiempo, simbólico de todo lo que se aprecia
y se percibe dentro de nuestra existencia sin peyorativos.
El condicionante del ser es la vida propia, antropoide,
antropológica de cada uno, en la variante opuesta del círculo donde cada uno
está envuelto, encontrándolo a la vez. Es algo así como nacer dentro de lo que
se ha perdido que para nada es un decimal pasado, adverso al mismo que suplanta
las ideas, las mantiene y postpone un espíritu de lucha que unifica todas las
dimensiones que formulan que el tiempo es algo más que todo lo que pasa y que
todo, sólo y siempre, nazca un brote expansivo sobre las ideas y la vida que
están dentro del factor oculto de la realidad respecto a nuestra inteligencia y
el factor previo a nuestra plataforma, porque por encima de todo somos humanos
y lo mismo que nacemos del tiempo, el tiempo es nuestra partitura de vida y el
rumbo de nuestras imágenes, pero para nada de nuestras percepciones ni de
nuestros pensamientos sino de todo lo que ha pasado por nuestra vida, nuestras
bases, apartado y las áreas de nuestra plenitud que es la clave.
El objetivo que se pierde en el tiempo es el valor de lo que
ya otro ha ganado en consecuencia sino lo que adhiere al valor del mismo como
una fuga tenaz. Hay valores que se conceptúan en positivo y otros en negativo,
como la fuerza de un electroimán. A la larga de la trayectoria de la vida del
hombre y de su simbolismo, el ser como concepto se identificó como espíritu,
como morada, como reflejo y como creencia y recurrencia.
Todo cuanto se valora del ser está en el reflejo de un
círculo y de un intervalo que le hace caminar y refractar por cuanto vive pero
nunca físicamente, dentro de su ente por cuanto sueña o cuanto piensa. Todo lo
que se entiende es buscado desde el manantial de la esperanza pero nunca la
esperanza es el órgano vital de lo que se espera, de ella sino de todo lo que
es bueno y todos los factores que se buscan en áreas relativas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario