RUMBO A UN NUEVO. CRITERIO PARA EL CONOCIMIENTO RACIONAL
Solo podemos esperar en el tiempo desde que el ser ha sido
una lucha constante entre los rumbos que denotan la vida y la civilización,
nuestra constancia y nuestro afán rompen las bases más lógicas del conocimiento,
siempre que por nuestra capacidad creemos manifestar todo lo que ocurre a
nuestro alrededor y en el sendero de nuestra vida como concepto, como resultado
de un imperio materialista que debe quedar desterrado hasta convertir al ser en
elemento espiritual, entre la realidad y el idealismo que después de haber
sufrido la gran derrota desde su ente, de no haber podido transformar la
realidad ni el vinculo que le depara sus circunstancias se ha visto afincado en
su propio pasado, aunque muchas veces tenga que dar marcha atrás al hecho de no
encontrar la verdadera morfología de su
pensamiento y que le envuelve.
Existen momentos en los que no se debe ajustar a ninguna
norma sin tener en cuenta que nos fijamos en la
básica ley de la cual nada
vamos a relacionar, ningún campo de sabiduría, sino, una formula de superficie
que agoniza la razón, sin tener en cuenta la causa de cuanto recurre al hombre
y esas leyes tal como son y como existen, sin esa existencia de la razón nos
demos cuenta de que no puede haber ley si no está primero el pueblo y si somos
apartados por el poder.
Pensemos por un momento ya idealizado que dejase de existir
el poder y no existieran las leyes que todo fuese un entendimiento racional, moral
y puro, tendríamos más coyuntura humana de comprensión moral donde las mismas
masas llegasen a comprenderse, pero no dejaría de haber disputas.
Pero desde el momento en que nació el aquí y el ahora surgió
el poder y la ley, podríamos decir: “desde
principios proféticos enlazaron al hombre al conocimiento puro metafísico donde
la maqueta de la historia derroco al orden
social y humano con nuestra sencillez y nuestros valores”, junto a nuestras razones ya que por muchas
leyes existentes donde se han hecho verdaderos campos relacionados con la
esencia más pura de nuestro pensamiento, ante toda base moral que ajusta todo
concepto humano, donde después las leyes no se cumplen, es la ley apartada por
la sinrazón, la realidad y las ideas son igual a la idea de los fundamentos,
siempre que se apliquen a la práctica porque si así no fuese seria una idea estéril.
Junto a esa idea que por un momento dado sea psicológica, analítica o utópica
el ser una vez más se vería frustrado por la barrera del pensamiento, entre
todas las barreras desde el nacimiento de la civilización.
Y si en realidad la civilización desde los inicios de la
historia, tuvo primero que existir para que la civilización avanzara, cuando
pensemos en los sentidos tan lejanos pensemos en el momento que sucede la causa
y la consecuencia del aquí y el ahora, entre el hombre que estudia todas las
bases del pensamiento desde cuando nuestras venas se dilatan, desde el momento
de nuestra mayores necesidades como un elemento básico de subsistencia para
nuestro camino o nuestra vida antes de sucumbir se pone a prueba. En el momento
de ascender a nuestros procesos y llevarlos a cabo ante las corrientes que amenazan
nuestras vidas, donde nuestra moral y
nuestra conciencia son nuestras mayores virtudes, desde un momento dado donde
surge la realidad, cumbre como mayor reflejo de nuestro camino en toda nuestra
morfología. O surge en nosotros las limitaciones psíquicas que irrumpen con
nuestras estructuras donde la propia realidad chocas con nuestros estímulos,
desde cuanto vemos con nuestros ojos lo palpitamos y lo delatamos con nuestro corazón y nuestra
alma, ya que de nuestro ser surge el sufrimiento, nuestros pesares y el dolor de la vida y no solamente en el
hombre que no es más que una maquina humana que relaciona en el tiempo con la
vida y esta estacionada en el vinculo de nuestra fortaleza, donde el mundo primordial
en la vida, el propio hogar y el propio entorno en el cual el ser ha vivido, la
verdad es el campo más puro de nuestra conciencia, ante todo cuerpo externo que
ataca nuestra condición humana y le transmite todo lo contrario al bien, donde
nuestro corazón se ve afectado, se enturbia ya que nuestro corazón es el órgano
que más sufre, también es el que más divaga y se vuelve perversa nuestra conciencia,
lo que podemos llamar el centro del espíritu ajenos a todos nuestros pesares.
TODO ELLO CUANDO EL HOMBRE SE APARTA DE SU ENTE Y PASA A SER
EL AURA INVISIBLE QUE FLOTA EN EL AMBIENTE Y SE VUELVE VICTIMAS DE SUS
PENSAMIENTOS, YA QUE EL SER NO DEJA DE RECURRIR AL MISMO TERRITORIO. MIENTRAS
EL ENTE NO DEJE DE SER PARA SU PROPIO SER UN ENIGMA DE RELACIÓN PERSECUTORIA ENCERRADO
EN SU ESPECTRO, CON EL CALOR DE SI MISMO, YA QUE CAMINA ERRANTE POR EL TIEMPO, DISTANCIADO
DESDE TODA MORFOLOGÍA O CUALQUIER PATOLOGÍA
Y QUE LE CONVIERTE EN UNA VICTIMA MORTAL .
PENSUM HOMINE ET TERRAM IN SANQUER IN PULQUER PER PRESENTIA NOMINATER
ET JUSTITIA IN NOMINE HISTORICA CIRCUMBOLUTIBUS ET PRESISTENTIA HOMINE.
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