UN ENCUENTRO CON NUESTRA ALTERNATIVA HACIA UN MUNDO DIGITAL
Narrar un encuentro con nuestra alternativa es narrar un misterio por lo mejor que podamos hallar en nuestra vida.
Lo mejor de nuestra vida es
lograr todo lo que el ser se propone en la cercanía y las distancias.
La historia ha narrado batallas,
hechos y acontecimientos, pero no se sabe cuál ha sido la fórmula para
encontrarse a sí mismo si el ser es un encuentro con nuestras capacidades y con
nuestra moral; y buscarle un encuentro de circunstancias que no ha conseguido.
Como decía Hobbes, el hombre
implicado en decir que el hombre es un lobo para el hombre, como un espejo
racional y de lucha que planifica su alrededor. La cercanía, la lejanía y las
distancias, un denominador común cuyo lema es el resultado de los centros del
pensamiento o la lógica, como atenuarle del tiempo, el ser se ha propuesto
conseguir lo más lejano de su realización como ser humano.
La realidad de la lógica y todos
los paralelos, la exactitud, el sentido común. La consecuencia de todas las
proposiciones que ha logrado desde el significado de nuestras palabras, nuestra
inteligencia y nuestro interior. La mente quedaría desplazada desde los centros
más hemisféricos de nuestra vida.
En la optimización del porqué de
los logros de la vida, el cuerpo, la inteligencia, el alma y el espíritu.
Los apartados morales sobre los
que el ser camina entre las distancias y la altitud.
Nuestros recuerdos pasajeros como
sentidos corporales, fisianatomía y también la vulnerabilidad de nuestras
pasiones, nuestra neuma y lo que puede ser peor, nuestra dolencia espiritual.
El sentir del último latido
cuando ya el alma no puede.
Cuando nuestros pensamientos se
apagan, cuando nuestra vida se agota y nuestro corazón deja de latir.
Nuestra presencia en el tiempo ha
sido un fundamento metafísico con alternativa fugaz desde nuestra esencia como
seres mortales, y ante la curiosidad constante, frugal e interior desde el
trabajo, la presencia incólume, el latir de los días, la consecución de todo
cuanto pasa a nuestro alrededor y nuestra metamorfosis o campo transformatorio
cuando dilucidamos en un campo desde nuestro núcleo de la vida. El ser, una
consecuencia y merme en todas las variables del tiempo y espaciales.
Nuestro recorrido por los caminos
del tiempo en donde el hombre ha buscado énfasis de su naturaleza. El sentido
del dar, del tener, y la consecución existencial que nos rodea, donde una vez
se acaba todo. Se convierte en la extrema cuántica de la vida, en un campo
mortuorio endotransformatorio y todo se convierte en polvo y en aire.
Nuestra práctica desde los fangos
cósmicos es una constante física de nuestras áreas corpóreas y de nuestra telequinesis
aérea, como apartado externo de los cuerpos y de la expansión de los centros de
fuga, donde todavía aún, por muchas especulaciones espiritualistas, el más allá
no lo ve en nuestros ojos, ni más allá sin analogías es un mundo extraño que
realiza todos los episodios de nuestra vida cósmica, acelerada por la rapidez
de los campos sociales y la propia morfología de un estereotipo cuya vida le
transfiere prisa y nerviosismo.
Entender la historia, la
gramática, la literatura, un campo literal transformado, una teología y una
mística, una geografía, una geometría y una física o todo aquello que choca con
las variables del llamado conocimiento alternativo, las secuencias
endoplásticas que se transforman con un efecto plástico de elasticidad, y
complemento en la densidad de la estética de los cuerpos, o la sublimidad
humana donde nuestro conocimiento es el centro de los campos psíquicos y
analíticos de nuestra vida.
Un complemento de fórmulas
consecutivas, cuya geometría es la misma espacial con un componente de la
matemática, de consecución y radicalidad de las medidas y de los cuerpos, en
todos los campos físicos.
Por otra parte, la lógica
matemática hasta el preludio de consecución moral, humana, esta analógica
apologética de los entendimientos psicoteologales de planicie existencial,
donde las sincronías de la naturaleza, por el hecho de ser el hombre el rey de
la creación y de la vida en la tierra haya sido el hombre. Por otra parte,
también un ser destructor, aunque haya pedido vivir de la propia naturaleza y
tampoco haya intentado cuidarla a sus niveles desde el apartado sinóptico
ambiental, hasta encontrar una secuencia purificada y un cielo más limpio y
puro.
LAS SENSACIONES DIGITALES QUE HAN
MARCADO EL SÍMBOLO DEL TIEMPO, NO SÓLO HAN SIDO LAS MARAVILLAS DE LA CREACIÓN
SINO TODO CAMPO ACCIDENTAL QUE PENETRA EN NUESTRA ALMA CON SENTIDO PREMONITORIO
DESDE CUALQUIER HEGEMONÍA.
TODO UN CAMPO TRANSITORIO QUE EL SER DEBE BUSCAR PARA INTENTAR LA FRECUENCIA QUE PURIFIQUE TODA NUESTRA NATURALEZA SOSLAYANDO QUE SEA UNA NUEVA ALTERNATIVA DIGITAL.
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