lunes, 8 de febrero de 2016

UN ENCUENTRO CON NUESTRA ALTERNATIVA HACIA UN MUNDO DIGITAL


Narrar un encuentro con nuestra alternativa es narrar un misterio por lo mejor que podamos hallar en nuestra vida.

Lo mejor de nuestra vida es lograr todo lo que el ser se propone en la cercanía y las distancias.

La historia ha narrado batallas, hechos y acontecimientos, pero no se sabe cuál ha sido la fórmula para encontrarse a sí mismo si el ser es un encuentro con nuestras capacidades y con nuestra moral; y buscarle un encuentro de circunstancias que no ha conseguido.

Como decía Hobbes, el hombre implicado en decir que el hombre es un lobo para el hombre, como un espejo racional y de lucha que planifica su alrededor. La cercanía, la lejanía y las distancias, un denominador común cuyo lema es el resultado de los centros del pensamiento o la lógica, como atenuarle del tiempo, el ser se ha propuesto conseguir lo más lejano de su realización como ser humano.

La realidad de la lógica y todos los paralelos, la exactitud, el sentido común. La consecuencia de todas las proposiciones que ha logrado desde el significado de nuestras palabras, nuestra inteligencia y nuestro interior. La mente quedaría desplazada desde los centros más hemisféricos de nuestra vida.


En la optimización del porqué de los logros de la vida, el cuerpo, la inteligencia, el alma y el espíritu.

Los apartados morales sobre los que el ser camina entre las distancias y la altitud.

Nuestros recuerdos pasajeros como sentidos corporales, fisianatomía y también la vulnerabilidad de nuestras pasiones, nuestra neuma y lo que puede ser peor, nuestra dolencia espiritual.

El sentir del último latido cuando ya el alma no puede.

Cuando nuestros pensamientos se apagan, cuando nuestra vida se agota y nuestro corazón deja de latir.

Nuestra presencia en el tiempo ha sido un fundamento metafísico con alternativa fugaz desde nuestra esencia como seres mortales, y ante la curiosidad constante, frugal e interior desde el trabajo, la presencia incólume, el latir de los días, la consecución de todo cuanto pasa a nuestro alrededor y nuestra metamorfosis o campo transformatorio cuando dilucidamos en un campo desde nuestro núcleo de la vida. El ser, una consecuencia y merme en todas las variables del tiempo y espaciales.


Nuestro recorrido por los caminos del tiempo en donde el hombre ha buscado énfasis de su naturaleza. El sentido del dar, del tener, y la consecución existencial que nos rodea, donde una vez se acaba todo. Se convierte en la extrema cuántica de la vida, en un campo mortuorio endotransformatorio y todo se convierte en polvo y en aire.

Nuestra práctica desde los fangos cósmicos es una constante física de nuestras áreas corpóreas y de nuestra telequinesis aérea, como apartado externo de los cuerpos y de la expansión de los centros de fuga, donde todavía aún, por muchas especulaciones espiritualistas, el más allá no lo ve en nuestros ojos, ni más allá sin analogías es un mundo extraño que realiza todos los episodios de nuestra vida cósmica, acelerada por la rapidez de los campos sociales y la propia morfología de un estereotipo cuya vida le transfiere prisa y nerviosismo.


Entender la historia, la gramática, la literatura, un campo literal transformado, una teología y una mística, una geografía, una geometría y una física o todo aquello que choca con las variables del llamado conocimiento alternativo, las secuencias endoplásticas que se transforman con un efecto plástico de elasticidad, y complemento en la densidad de la estética de los cuerpos, o la sublimidad humana donde nuestro conocimiento es el centro de los campos psíquicos y analíticos de nuestra vida.

Un complemento de fórmulas consecutivas, cuya geometría es la misma espacial con un componente de la matemática, de consecución y radicalidad de las medidas y de los cuerpos, en todos los campos físicos.

Por otra parte, la lógica matemática hasta el preludio de consecución moral, humana, esta analógica apologética de los entendimientos psicoteologales de planicie existencial, donde las sincronías de la naturaleza, por el hecho de ser el hombre el rey de la creación y de la vida en la tierra haya sido el hombre. Por otra parte, también un ser destructor, aunque haya pedido vivir de la propia naturaleza y tampoco haya intentado cuidarla a sus niveles desde el apartado sinóptico ambiental, hasta encontrar una secuencia purificada y un cielo más limpio y puro.


LAS SENSACIONES DIGITALES QUE HAN MARCADO EL SÍMBOLO DEL TIEMPO, NO SÓLO HAN SIDO LAS MARAVILLAS DE LA CREACIÓN SINO TODO CAMPO ACCIDENTAL QUE PENETRA EN NUESTRA ALMA CON SENTIDO PREMONITORIO DESDE CUALQUIER HEGEMONÍA.

TODO UN CAMPO TRANSITORIO QUE EL SER DEBE BUSCAR PARA INTENTAR LA FRECUENCIA QUE PURIFIQUE TODA NUESTRA NATURALEZA SOSLAYANDO QUE SEA UNA NUEVA ALTERNATIVA DIGITAL.







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