EL ALMA Y
EL CEREBRO
CEREBRUM
CUANTICA-ANALITICA
Por mucho que se ha planteado el hombre en buscar fórmulas nuevas para conseguir mucho más conocimiento del que tiene, por la trayectoria cronológica del tiempo.
Son muchas las estructuras que
tiene en su vida como secuencias tiene la historia.
La palabra “hombre”, o el
significado de la integridad del hombre en la historia, analíticamente. Sin
pensar que el alma no se puede psicoanalizar.
El alma es todo un campo
invisible oculto en las entrañas de nuestra vida, y la neuma psíquica o el
corazón. Todo nuestro pensamiento y nuestra inteligencia que coadyuvan todo
cuanto pasa y rodea nuestra vida.
Pero el alma en sí, desde todo
apartado metafísico, por muchas veces que digamos.
Tengo el alma partida y no es
así. Sino el corazón que sufre y se manifiesta en un estado de penumbra que oscurece nuestra
vida y nuestra alegría de vivir.
Todo ser humano tiene una base
espiritual, otra psíquica y otra lógica-moral.
Entender toda nuestra morada
psicológica como el alfil en una partida de ajedrez que se come a la reina o a
la torre, que enroca con un caballo al rey y le da jaque.
También nuestra vida está puesta
en jaque cuando hay otro adversario opuesto a nuestras funciones, que se cruza
en nuestro camino y obedece órdenes no anárquicas sobre nuestro ente y le
desplaza sin poder decir al adversario nada al respecto.
Nuestra vida existencial es la
segunda dimensión de nuestro ente y la formulación a la que el ente se divide
en un vacío no afectivo, sino un campo espiritual activado por el tiempo y las
secuencias de nuestra vida. El motor del tiempo, que es el creador, y el venir
de nuestras oraciones y nuestras plegarias, con nuestro amor al creador y a
nosotros mismos como un ente consecutivo cuando se oscurece nuestra vida por
una causa física sobre nuestro cuerpo.
Pero existe un preludio que en
metafísica está expuesto de forma inteligible como la unidad de nuestras
capacidades diferenciales y mentales. Memoria, inteligencia, conocimiento,
razón y conciencia, sin saber por qué yo siento o por qué yo pienso.
¿Pero cuáles son las fuerzas que
nos impulsan a pensar?
O si por nuestras plegarias
pensamos que fuésemos mejores si no somos en conciencia y raciocinio.
Si nuestro ser se desplaza de
nuestra función psiconéumica es de entender y muy difícil que salga de ahí.
En el Egipto faraónico, la vida
del yo o súper ego de nuestro tiempo no hubiese nacido en él, y la historia. La
historia, si fuese de color púrpura, y las relaciones del ente, todo lo que
piensa nuestra inteligencia y todos los apartados intelectuales, y no la mente
como dirían tantos filósofos.
Hoy ya se habla de una mente
cuántica como una línea imaginaria transversal al tiempo que cruza como un
meridiano cero de nuestra vida. Un campo imaginario que predispone una realidad
imaginaria supuesta en el tiempo que relaciona nuestros conceptos y sus claves.
El cerebro y nuestra inteligencia
para cualquier psicoanalista tienen una correlación material, pero toda función
material que desemboca en un vacío no afectivo, sino un campo espiritual
activado por el tiempo y las secuencias de nuestra vida. El motor del tiempo
que Dios y el venir de nuestras oraciones y nuestras plegarias por nuestro amor
al creador y a nosotros mismos como un ente consecutivo, cuando se oscurece
nuestra vida sobre una causa física.
Pero por nuestra vida daremos la
recompensa al final de nuestro paso por el tiempo, cuando nuestro corazón,
nuestra neuma, nuestra psique y nuestro cerebro hayan vivido en estado puro
mediante una conciencia pura a la evolución y una consecuencia que no va más
allá del tiempo. Con nuestros pasajes como permanencia en la historia, y pensar
en ser nosotros como ente humano, y no nosotros en el tiempo como hechos en la historia, nuestra vida seguirá siendo
un campo metafísico transversal como parte anómala de nuestra conciencia, y
siga siendo nuestro cerebelo el que envía todas las funciones por las que pasa
toda nuestra capacidad intelectual y nuestra capacidad siga siendo un misterio
todavía sin descifrar, aunque se conozcan campos de nuestra neuroanatomía, que
rigen nuestra capacidad y nuestra capacidad también está regida por
metafenómenos externos y exógenos a nosotros mismos como los mismos elementos
de la vida y el choque con la luz y la energía.
TODO UN PANORAMA QUE ENVUELVE
TODA NITIDEZ, TANTO ORGÁNICA COMO INORGÁNICA, QUE DISUADE DE FORMA CRISTALIZADA
LOS OJOS, LA RESPIRACIÓN Y NUESTROS OÍDOS.
TODA NUESTRA VISIÓN Y ÓPTICA
PSÍQUICA QUE DESARROLLA TODO CUANTO PASA POR LAS CORRIENTES DE ESE NICHO HUMANO
CUYOS OJOS Y NUESTROS SENTIDOS, JUNTO CON NUESTRO CEREBRO Y NUESTRAS EMOCIONES,
UN ENCUENTRO CON NUESTRA INTELIGENCIA Y CON NUESTRA SENSIBILIDAD.
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