martes, 1 de septiembre de 2015

DESDE LA TIERRA

EL ESPECTRO DEL UNIVERSO


Desde el universo se ha vislumbrado todo nuestro conocimiento sobre todo lo que somos, el término de nuestro ser, la distancia y nuestros pasos por el cosmos y el entendimiento de las cosas.

El descubrimiento del cosmos ha iluminado todo nuestro pensamiento y  nuestra vida, toda una fase distinta que persuade todas las demás áreas cósmicas de transposición en el tiempo; ha sido así nuestro paso por la vida y nuestro conocimiento.

La luz es la distancia que refleja el despertar de nuestras emociones, así como el sonido y la velocidad, la energía y todas las dimensiones físicas. Junto a la vez el sonido y la música que han sido los dos elementos que nos permiten comunicarnos junto al lado de nuestra sensibilidad.

Nuestros ojos son a la vez  el objetivo de todas las distancias, y a la vez la ventana de nuestra alma, de nuestra mente y de nuestro corazón.


La temperatura, el calor y la frecuencia cardiaca que a la vez son nuestros pensamientos y emociones.
La energía es a la vez la dispersión de los campos físicos y también de nuestro pensamiento.

La historia, junto a la evolución del tiempo y del cosmos, ha unificado también que el tiempo es a la vez un componente de fórmulas, desde la energía a la fuerza, y la acción de la velocidad que en cuanto al ser y las funciones psíquicas del universo, el alma y el cerebro, cuya  morfología ha deambulado por las evolución y los campos de presencias, desde los mismos fangos de la luz.

¿Pero cómo se relaciona en el cosmos qué es la luz y la oscuridad?


La luz es la consecuencia de las fórmulas y la identidad de todo cuanto percibimos por nuestros ojos. Diríamos, algo así como la ventana del alma. Un punto distante entre toda lejanía que coadyuva todo nuestro reflejo espiritual, que activa al tiempo y  al móvil de nuestra densidad sobre los espacios y las fórmulas que remonta todo el proceso de nuestro caminar por la vida desde nuestro nacimiento, a nuestro caminar por los procesos de nuestra vida y nuestro destino.

Nuestro camino no termina sino en la eternidad, ni tampoco sabemos donde se encuentra nuestra razón sobre el tiempo, ni por mucho que hayamos pensado.

No sabemos dónde se encuentra nuestro posible séptimo sentido desde la base más mística; de haberlo encontrado, algo así como un hilo digital que transcurre entre un punto A hasta otro B, DINAMIZA TODAS LAS ÁREAS VERTICALES DE NUESTRO PENSAMIENTO DIGITAL, QUE TRANSFORMA LO QUE PUEDE SER EL TRANSCURSO POR LO QUE HA SIDO NUESTRA MEMORIA Y LA IDENTIDAD EN EL COSMOS.

Ya somos una estrella más que ilumina el tiempo y nuestra identidad. El cosmos, y nosotros uno más.

El espectro del universo ha formado en su causa la formación de lo que ha sido también la cosmografía de la tierra y su morfología como unidad y medida de que la tierra mira al fondo del universo y no a sus divisiones, o los espacios cósmicos. MICROCOSMOS Y MACROCOSMOS. Desde la misma suspensión de  la tierra en contra de una morfología rotatoria con efecto de transposición, y un efecto que otros planetas carecen. El concepto biológico de la naturaleza que metamorfiza todo lo que es el enfoque del estado biológico del oxigeno que respiramos.


El universo consta de estrellas, galaxias y constelaciones, toda una masa cósmica infinitesimal y en todos los estados físicos, y un coeficiente ultra dimensional y geométrico cuyo distanciamiento  está expuesto a la función tierra-hombre-espacio , cuerpo cuya causa ha sido confirmada en el espacio, y todo lo que ha sido la base estelar  donde el hombre y la tierra han  estado presentes en una llamada cósmica que transporta  todo lo que es la inmensidad del espacio desde todo límite y toda  dimensión.

LA TIERRA Y EL ESPECTRO DEL UNIVERSO.






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