viernes, 18 de marzo de 2022

SOBRE LA INMORTALIDAD DEL ALMA Y EL ESPÍRITU; EL HOMBRE INMUNE

ESPIRITUALITY INMORTALITY OFF THE  ANIMA ET THE SPIRITS

METAFÍSICA MÁS ALLÁ DEL 2000





En el tiempo y en la historia , el ser humano ha recorrido un camino consecuente entre la vida y la muerte.

Sabemos como secuencia del tiempo que hemos deambulado por los caminos del mismo y nos hemos dado cuenta de que hay algo más allá de la vida que va más allá de nuestro pensamiento y de nuestra incidencia como personas

Hay  un camino hirviente y otro  consecuente en nuestra vida que nos empuja a un mundo distinto en nuestro trayecto y en nuestra vida en el sufragio del sufrimiento y de nuestro holocausto terrenal . 


A  lo largo del tiempo hemos estado presentes en la vida en el trayecto de la misma y en una mundo pendiente   a otro rumbo que nos espera y que no conocemos detrás de la muerte  y que nos impulsa a ser más fuertes.

Todo envuelve al hombre a un mundo presente  en cuyo resultado está todo lo que hemos vivido y lo que nos queda por vivir y que como incidencia del tiempo la vida nunca acaba


La muerte es una continuación de una vida mortal  y enferma que hemos vivido

El tiempo es una causa de nuestra vida. Nuestra vida y el tiempo son una constante paralela con causas y efecto y a la vez una tragedia que agota el tiempo mientras la conciencia y nuestra alma es la premonición pensante desde un mundo consecuente 

a la energía misma vital de nuestro pensamiento cuya causa es un mundo imantado por la trascendencia de un campo adyacente a nuestro soma o cuerpo que trae como resultado la presencia  que esta hay en los momentos vividos

 como pilar e incidencia disuasoria a todos los presagios impulsados por nuestro recorrido en los años vividos y un encuentro con nuestros adversarios en el recorrido de la vida.


La muerte es a la vez una consecuencia de nuestra naturaleza y somos a la vez inmunes  a la eternidad  Aunque en la eternidad haya dimensiones a las que no queremos por ninguna circunstancia ir a parar que son un encuentro con nuestros pecados y con nuestra constante mortal. 


Somos mortales como circunstancia de nuestra vida y morimos y nos encontramos con nuestra muerte a la vez que pecamos y como pecadores somos una constante mortal propagada por Lucifer desde siempre.

No podemos huir de nuestra muerte ni de nuestro mundo inmortal después de la misma.

Nuestra muerte es la misma transformación de loa vida y como referencia tenemos que lograr


  que nuestra  vida prolifere en el tiempo y tenga una constante atractiva y premonitoria como campo subyugal a todo cuanto existe y tomemos como ejemplo la existencia que tenemos que pulir siendo cada dia mas puros y mas coherentes en la trayectoria  de nuestra vida al caminar de nuestros días al resultado ecuánime en un mundo de perfección. 

Sino que la perfección es el mundo antagónico con precisión exacta para una vida mas pura.


El hombre no quiere morir y se siente aterrorizado cuando se siente a las puertas de la muerte. Al no saber que tenemos una vida perpetua y como consecuencia del tiempo ha sido una tragedia cósmica tener que vivir para acabar en una sepultura o un nicho


con una incertidumbre tenaz aunque el tiempo sea una propiedad de la angustia y la angustia sea un manantial que brota a la luz de nuestro espíritu de nuestra neuma o saber que nuestro corazón estaba enfermo realmente conectado psíquicamente a nuestro espíritu.


La vida y la sensibilidad no es un mundo de vacío referente a la quietud  de nuestra capacidad es un mundo apartado del vacío sino que algunas veces el vacío psíquico intercomunicado como una relación  entre el espíritu y la psiquis totalmente unidos  a un mundo de aireaciones  sublimada donde solamente la meditación y la autorreflexión realmente distinto que nos adhiere a un campo sumergido en una realidad diferente dentro de la calma y del sosiego que transmite nuestra vida a las constantes premonitorias que nos adentran y entonces pensamos en una vida distinta más allá del silencio y del tormento de la que tenemos con una vida encarnada en nuestro espíritu como centro y orilla de nuestra capacidad. 


La evolución cósmica en grado y función transformaría a un mundo violento postergado y de persecución en la constante de nuestra vida y de compensación transformadora es recurrente al ámbito de transmisión de nuestra vida sobre la muerte y la consecución del tiempo como un mundo claro transformatorio .


Las constantes del pensamiento viviente son la misma activación de nuestra energía sobre las mismas  premoniciones de prevalencia sobre el tiempo y la precisión de la vida. 



El amor y nuestra naturaleza sublime a un mundo sencillo fijo y pertinaz se mueve al unísono de nuestra conciencia, de nuestro estado consecuente y de las premisas oscilatorias de correlación y precisión entre la existencia y nuestro ente mortal. 

La sensibilidad es una morfología de nuestro espíritu que actúa viva encarnada en nuestra carne al mismo tiempo que inicia el principio de nuestra vida sino  que nuestra existencia tenga un final. 


Todo  un campo anacrónico de disociación sobre la propia vida que transita entre nuestro origen y nuestro destino`. 

Partiendo de la esperanza de un mundo distinto unido a nuestra perfección que junto a un mundo evolutivo desemboca en un campo perpetuo efímero a todo aquello que nos ha corroído en el tiempo y que ha sido el eje y la partitura de un trayecto marcado por la evolución y sus incidencias


El sentido experimental relacionista tiene un límite que añade a todos un mundo reduccionista en el cual el sentido del hombre ha sido la causa permanente  sobre su existencia en la que todo principio desde el resultado de una persistencia permanente que engloba todo el trayecto y andadura por los caminos del tiempo partes de una causa cuyo origen es el resultado de un coeficiente hallado sobre un punto determinado con recurrencia imaginaria indeterminada predispuesto para recorrer cualquier itinerario con precisión y termino cuyo destino no se ve y se desconoce. 


Como se desconocen también  cuales son las causas del destino y de las determinaciones envueltas a nuestra vida con funciones analógicamente y alternativas de consistencia y morfología atenuantes. 


El mundo de la realidad es una constante de morfología luminogena y humana sobre la percepción del ambiente los términos y la difusión multiradiante junto a las esencias de la vida, lo eterno y el conocimiento endovenosamente y exógeno que enmarcan la persuasión y vivacidad de nuestra vida junto a nuestra memoria, el reflejo del interior y el espectro de nuestro rostro. 


Todo ello pone como referencia a nuestro marco exacto y definitorio sobre la función de las nociones reales de perfil de la esencia y de nuestro conocimiento sobre el entendimiento y las formas.

Un mundo vivo y pertinaz en plenitud y constante sensitiva respecto a una función inexistente que es nuestra felicidad postergada en algo que hemos perseguido desde nuestras funciones emocionales y que muestran un mundo aferrimo queriendo dar rienda suelta a nuestras pasiones 


y lo que se quiere conseguir de las mismas. 

El hombre necesitas de una esencia y de un sustento de morfología espiritual e inmortal que le haga consecuente a un tiempo permanente y que persigue un mundo de persistencia existencial de continuidad infinita e inmortal .

el mundo de la pasión permanece visto desde el ángulo morfológico de una función soterrada cuyo fundamento nunca es biológico que actúa en plenitud y tendencia desde siempre. 


Las tendencias del hombre hacia el mundo de  la plenitud nunca se alcanzan  en nuestra vida  ya que está el mundo del mal que aparece como presencia a veces en un  mundo distinto al que vivimos como premisa a un campo aclaratorio y difuso distinto así mismo cuyo resultado es llegar a conseguir las más altas metas como recurrencia y optimismo. a todo lo que demarca nuestra ambición. 


San Pablo nos hablo de un cuerpo espiritual radical fluctuante a la salvación con recurrencia a un ente humano que resucita cuando muere por lo cual tenemos como permanencia a un mundo inmortal      

Nuestra alma tiene una morfologia luminogena y espectral de esencia musical por lo cual el hombre es eterno junto al cosmos y nos deja una importante visión a la sabiduría y al espejo de la misma tanto ambiental como neuoroambietntaly acústica de recurrencia



 pseudo persecutoria y aclaratoria de morfología indefinida .

Desde el mundo del amor, de la pasión, del odio  a la sinrazón vive un campo premonitorio que simboliza lo débil y sensible que es nuestro corazón para lo fuerte que puede ser nuestro espíritu. 

La visión de la filosofía antigua sobre la eternidad desde los mismos Pitagoricos Sofistas Presocraticos y  Aristotelicos dijeron antagónicamente ante la composición explicativa y de la cognición del ser  vieron en el ser uno espectro distinto cuya naturaleza era sensible mas de todo aquello que existe referente a todas las cosas de la naturaleza y que tenía una faceta integral vital y divina pseudotemporal y universal inmersa en el tiempo Respecto a una referencia incorpórea con imagen distinta.


Desde el saber del conocimiento la iniciación del hombre sobre la materia ha sido un círculo que parte de principios médicos como los de Hipócrates cuando el cuerpo y lo orgánico es un mundo insuficiente y difícil de conocer ya que esta postulado en un campo natural unificado a nuestro ente espiritual con el cual el cuerpo tendría una presencia equitativamente animal y temprana.



Según la teoría de la evolución si descendemos del mono no tendríamos espíritu ni tampoco podríamos hablar . 

Al  descender de Dios todo ello hace que sentimos y padecemos como referencia a nuestro sufrimiento y a nuestra muerte. 

Como San Agustín decía el mundo interior sobre todo el espectro humano solo se puede conceptuar como temas del alma y del espíritu por lo cual el cuerpo respecto a la inmortalidad queda desplazado y respecto a la vida terrenal la vida sería un supuesto del ente algo más allá de todo aquello que tiene como resultado una consecución somática y que el mundo del cuerpo y del alma son supuestamente tema unificado con ele hombre personificado con toda su estructura

Desde toda índole y función existencial la inmortalidad es intrínseca a un campo inteligible palpado en una morfología insonora, insoluble e incorpórea con funcionalismo psíquico racional y divina sobrenatural  que se desplaza de un campo corpóreo divisible con sustancia y efecto  de morfología recurrente respecto a toda ley física y dismagnética.


el mundo de la sustancia referente al área de la realidad sensible y racional de una al ángulo de lo corpóreo como un campo bioquímico  que le integra desde el apartado fisiológico y material psicofisiologico y cognoscitivo cuya esencia  tiene un lado positivo hacia el mundo sociable en sostenibilidad con el adversario. 

Las  diferencias entre psicología y metafísica preescriben una realidad en las que la mente y el ser son una realidad diferencial de referencia antagónica ante las secuencias el método y el concepto integral de consecuencia conducta y morfología indeterminadas. 


Desde las cuales la realidad aparta todo el mundo plástico donde las ideas son el eje conceptual de todo lo que el ser quiere realizar y llevar  a la práctica. 

 siempre expuesto a que son dos ciencias innatas para la experiencia y  la localización del método sobre los conceptos del  ser. 

El alma , el cuerpo y el espíritu son una sustancia únicas respecto al hombre y la materia. 

El cuerpo es materia y el alma forma ¡¡ Heliemorfismo¡¡

Toda repercusión  física sobre el cuerpo es a la vez otra sobre el alma y el espíritu unificados como materia y a la vez imagen. 

Según Descartes el alma tiene un sentido hermético en el que se encuentra cerrada sobre ella misma. Una relación entre la realidad y el exterior sería necesario para saber cual es su identidad.

Desde  una realidad ambigua no  ser sabria diferenciar el  alma del cuerpo y convergen entre dos puntos donde no existe división. 


El alma y el espíritu duelen en el corazón y en la flema.

La inmortalidad del alma es recurrente a toda relación aclaratoria de  solvencia psíquica sin ningún objeto , causa ni dimensión sobre si misma y es recurrente a que nuestra vida aunque no lo hemos visto y es un misterio es a la vez una realidad aclaratoria no termina sino una transformación de  nuestro ente. Un desenlace entre el Soma , la Psique y la Neuma, cuando nuestro ente se destruye. 


El alma y el espíritu son inmunes al tiempo , a las enfermedades  , a la vejez y a la muerte y  a medida que el hombre crece y avanza en el tiempo el alma es más joven  hasta sentirse niño. 

 Al mismo tiempo el hombre es una encrucijada cósmica de líneas paralelas en el universo y unicolores en su capacidad. 

Donde  el ser es una constatación de materia  constitucional física espiritual y a la vez un ente psíquico con determinación y resultado de morfología vital soslayada en su esencia de consistencia organógena  y mental  vulnerable desde toda consecución de las cosas.


La sensación de vacío y la nada queda reducida  a la morfología de un alma invisible paralela a un campo físico incorporeo inteligible con sustancia espiritual de resistencia paralela sintomática. 

Desde todo ello el hombre es una causa una circunstancia y un  problema.



El alma fue creada por Dios como sustancia de la luz con complejidad  etérea y que parte de una realidad oscura. 

El tiempo, la vida y la luz junto a nuestro espíritu y nuestra alma  son una derivación de  campos amorfos y oscuros que parten de la misma oscuridad. 


Y todo seria oscuridad si las estrellas y el Sol no nos alumbrasen el espacio sobre el tiempo quedarían trastocados nuestra vida estaría exenta biológicamente en un campo obsoleto ausente de color y no podríamos ver. Nos mataríamos unos a otros si no tuviéramos esa trasparencia luminosa que alumbrase en nuestras vidas y la confluencia del espacio sobre el tiempo. No podríamos ver sentir ni hablar ni veríamos a tocar las cosas, las tinieblas nos envolverían y si por todo ello estamos presentes e inmersos en el tiempo y en nuestra vida y nuestra alma puede sentir es porque Dios quiso que se hiciera la luz independientemente de que  el tiempo y las cosas por causa de la tragedia de la gran explosión el universo explotase hasta formarse.


El ser  junto a si mismo es el mismo espíritu y la misma alma que piensa y sienten  distintivo y accidental como parte del anagrama cósmico respecto a la materia con morfología candente y respecto a  Dios. 


SOMOS NOSOTROS QUIENES NOS HEMOS FORMADO RESPECTO AL ORDEN , LAS IDEAS Y EL TIEMPO.

Y LAS PERSONAS QUE  NOS HAN RODEADO Y NOSOTROS HEMOS HECHO A DIOS Y A LA MUERTE.

COMO CAUSA Y MOTIVO ACCIDENTAL QUE ESTÁ AHÍ DESDE SIEMPRE SIN QUE EXISTA NADA PARA EVITARLA..

PERO SIN SABER QUE DIOS , NOSOTROS Y LA MUERTE HEMOS SIDO NOSOTROS SOBRE NOSOTROS MISMOS 

DONDE SÓLO DIOS ES UN SER DISTINTO QUE NOS HA CREADO. 

 EL ALMA Y EL ESPÍRITU SON UNA PROPIEDAD DEL TIEMPO INMORTALES Y UNIVERSALES 

INMUNES A TODO LO CONOCIDO DONDE EL SER HA SIDO PROPIEDAD DE UN MUNDO DISTINTO 

AL QUE HA CONOCIDO.  MÁS ALLÁ DE LA VIDA  Y DE LAS ESTRELLAS QUE NO TIENE FINAL.

NI LÍMITES QUE QUEDA PLASMADO EN LA PLENITUD ETERNA DE LOS MUNDOS.

EN LOS CONFINES DEL TIEMPO Y ENTRE LA LUZ Y LA OSCURIDAD EN OTRAS DIMENSIONES

DONDE DESDE EL MISMO EFECTO DE LA REALIDAD EL HOMBRE HA SIDO UN SER INMUNE.











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