ENTRE LA METAMORFOSIS Y LA MATERIA PUTREFACTA

ENTRE LA METAMORFOSIS Y LA MATERIA PUTREFACTA

 

Podemos hablar desde un tiempo sobre la materia y los procesos donde termina el campo de la transformación.
La transformación de las formas, la transformación de los elementos y todo campo y término de percepción química transformatoria, así como un área de cambios en los que la misma materia y su densidad se transforman, mediante la acción de la energía y sus fuentes mecánicas, junto a todo aquello que ocupa un volúmen y una densidad a la vez junto al tiempo en la que la materia se funde en peso, superficie, distancias y dimensiones ya que es todo aquello que en física ocupa toda fase de solidez desde cualquier magnitud cinemática, térmica, hidráulica o dinámica.

Las fuerzas se unen para ensalzar la propiedad funcional de los mismos elementos de acción biológica sobre los cambios biológicos que haya en la vida, para transformar todo el preámbulo de acción y reducción de la energía.

Las propiedades físicas de la maeria desde cualquier dimensión son: masa y volúmen. La cantidad de materia que ocupa un cuerpo y a la vez la distancia que ocupan los cuerpos de un lugar a otro.
La gran acción de la materia y la energía pueden diferenciar el proceso de cambio entre densidad, el punto de fusión, la elasticidad y la fuerza que actúa sobre la temperatura y el calor, el brillo, la dureza, la ebullición, la resistencia y todos los procesos materiales junto al tiempo y la producción dinámica sobre la energía y el infinito hasta transformarse en polvo terráqueo y una maleabilidad en el aire y el agua que suplanta todas las funciones de la naturaleza desde las mismas sustancias puras a las más alcalinas presentes en la metamorfosis que relaciona todos los lugares del planeta tierra.
Desde que se descubrieron las áreas de transformación en la que están incluidos todos los reinos de la naturaleza desde bases homogéneas y heterogéneas también amorfas en todas las funciones de la transformación, de la metamorfosis se encontraron las partes alquímicas y aleatorias en las que la vida puede entenderse así.

No es otra cosa más que polvo cósmico, alquímico y solar de composición etérea.
Al mismo tiempo la materia sufre cambios y alteraciones físicas y químicas de morfología disuasoria y atenuante muy difícil de ver desde cualquier área de la realidad.

En la base alternativa de los cambios morfológicos de la energía la misma fuerza simplifica todas las áreas de carga y descarga, la más fuerte fase de relaciones con la materia que es la tenacidad entre los mismos cambios de estado. Movimiento, dilatación, fragmentación y contracción en las fases de todas las transofrmaciones y cambios de la metamorfosis.

Otros cambios químicos son la oxidación que transforma el oxígeno en un dióxido u otros campos transformacionales de la función de campos oxidados y antioxidados.
Otros campos pueden ser la combustión que es la acción química que transforma los cuerpos con el oxígeno libre que oxida todas las partes carburantes de los cuerpos y los metamorfiza dentro de un campo quemado.

Otros como la fermentación que es el intervalo de acción inocua entre la oxidación y los elementos.
Por último la putrefacción que es la descomposición de los cuerpos sobre los mismos elementos de la materia y la acción sólida, líquida o gaseosa de la fase en la que se encuentra.
La putrefacción de la materia que es un estado de descomposición donde la metamorfosis juega un papel muy importante.

Toda función metamórfica transformatoria llega a pudrirse. (Putre - factus - ción). Estado de descomposición desde la misma terminología latina con causa y efecto de las mismas funciones descompuestas.

Desde los campos moleculares, atómicos y celulares. Todo viene a transformarse en una fase de transformación etérea de morfología iónica, de fusión y fisión en un espectro atómico de la materia.
En la misma tierra sólo quedan fósiles y organismos del reino protista y microanimal, gusanos, larvas, bacterias, cocos, bacilos, espirilos y partes en las que las mismas células de estos seres vivos sufren un proceso de endomorfosis sobre los cuerpos transformados. Tanto en restos de humanos, animales, vegetales y protistas son la tipificación donde desde cualquier campo científico podríamos decir que la metamorfosis es un campo transformacional desde la misma vida que genera, activa y acciona la materia en cualquier función física donde se pierden todas las dimensiones.

En el cosmos existe un campo plasmático entre la fuerza centrífuga, la acción de los espacios volubles y las partes huecas distintas a las de la tierra que estructuralizan la vida y toda fuente de cambios biológicos, inorgánicos y orgánicos donde la vida en la tierra entra en estado de descomposición sobre la misma inocuidad de la materia y los campos inocuos que se incuban en la misma acción de los cuerpos.

Se podría definir de esta manera el mundo de la putrefacción como el deterioro orgánico e inorgánico de los cuerpos de forma transmisible donde la acción y funciones de la vida son un mundo de disgregación biofísica relativa con fase espectral en la física de la materia que rompen la cadena biológica y alimenticia donde el medio en el que viven las especies se adentran en un área indeterminada donde la misma acción de la vida es un cambio virtual de la realidad que se transofmra en la materia en áreas metabólicas desde cualquier dimensión donde la vida es una fase de transofrmación organógena y heterogénea en las funciones de otdos los procesos biológicos de la tierra y del cosmos.

https://youtu.be/UtB9YMn4Mis

SOBRE LOS ENEMIGOS DEL ALMA EL MUNDO, EL DEMONIO Y LA CARNE

Plaza Mayor de Salamanca, España

Todo en la historia del mundo ha sido una tentación envuelta en el ángulo en el que el ser humano es débil por naturaleza.

De ahí, desde esos apartados podemos estar seguros de que las tentaciones expuestas ante el alma son  un lema cartesiano ensamblado en nuestro interior que nos impulsa a cometer errores y a pecar.
“Fortalecer vuestro espíritu porque la carne es débil”. Así lo dice el pasaje de Cristo en el Evangelio.
Todo está en la secuencia de un núcleo preliminar que está en nuestra vida es irreversible y sólo se cura no acercándonos a estos tres enemigos que tientan nuestra vida y la oscurecen.

Estamos envueltos en un campo de secuencia que cuando nuestra vida está oscurecida podríamos decir entrar en una sombra psíquica lametada por el pecado y a veces la irracionalidad de las masas que choca en nuestra conciencia.

Nos vemos envueltos en área y campo de batalla desde donde la Iglesia y el Estado han estado unidos ante la libertad y la justicia así como el amor social entre las masas.
Para la mejor secuencia de nuestra insería que estuvieran separadas para evitar que este tipo de vínculos apartara el materialismo de nuestras vidas hacia a la precognición de los valores morales de nuestra vida.

Entre la barbarie humana y la historia han estado vinculados, el capitalismo, la lujuria humana, la represión social las injusticias el fascismo y el nazismo que nos han acercado cada vez más a entender, la falta de libertad humana, que ha humillado nuestra conciencia, sobre la cual los enemigos del al,ma: el mundo, el demonio y la carne nos han persuadido de una forma tenaz, ya que el hombre es débil y vulnerable por naturaleza.

Nuestra mente filosóficamente no descansa. Si así fuese en el sentido platónico de que nuestra mente es nuestra alma, también nuestra conciencia dentro y más allá de la lógica o todo lo que demarca de forma elocuente o deplorable la metafísica nos puede enseñar. Junto a un mundo unido a las ideas y a la sensibilidad. Ya que el ser es un ente inteligente y a la vez sensible.

Las personas más inteligentes y más sensibles son las que más sufren en la vida, son también las más espirituales y las más morales, dentro de nuestras capacidades y de nuestra constancia, el mundo es una constante persuasiva que bifurca las aguas de la vida en todas las naciones de la tierra desde los más ricos hasta los más pobres. Y es un núcleo donde el ser se vuelve víctima de la angustia, del dolor y de las guerras donde todo ello nada puede erradicarle.
El mundo de las guerras, ha estado presente toda la vida y a lo largo de la historia y junto con ellas las luchas y las distensiones sociales que han sido inevitables.

Todo ello prima en el mundo de lo absoluto y lo relativo en un área abstracta de unas funciones inermes donde la elocuencia del mundo se vuelve a veces endeble y frágil hasta tropezar con lo máximo de los elementos que condenan al hombre que es la carne. Junto a todo lo que intenta romper las estructuras de nuestro ser donde nada hay logrado y donde la lógica no tiene entrada cuando nuestra vida materialmente peligra.

Desde el máximo argumento especulativo.

Emocionalmente el hombre triunfa en sus emociones y halla la existencia de los nichos postpasados por la sinopsis de la historia. Un apartado que infunde viveza y llena su singladura espiritual en esa lucha interna del valor y de la influencia de la vida en la tierra y en los fangos del universo cuyo plasma es la unión de la fuerza del mismo.

Nuestro plasma sanguíneo es la función de nuestro temperamento que le hace estar a veces altivo, en lo positivo y en lo negativo de las cosas y una luz candente persistente en nuestra conciencia desde los principios de nuestra vida hasta el final de la misma mientras el latido del corazón fluctúe.
Todo campo material se convierte a veces en otro inmaterial prófugo a las cosas donde el demonio, el ángel caído acecha y nos persuade. El demonio ataca mediante el mundo y la carne y ante cualquier otro tipo de revelación y de una forma sobrenatural que traspasa todas las barreras físicas.
No hay medidas para evitar que nos ataque, ni físicas ni matemáticas ni nada puede evitarlo. Desde la serpiente del Génesis o el dragón del Apocalipsis. Cuyo nombre filosófico que se le ha dado Hades aunque la Biblia utiliza otros términos donde se halla. Junto a las vertientes humanas en las que aparece.

El ángel Lucifer arrojado por Dios a las tinieblas que persigue al hombre desde siempre.
En la historia y en la vida, el núcleo de las ideas contrapone un mundo ya no de lamentaciones ni donde los enemigos del alma que son a la vez los mayores enemigos de nuestra vida. O los llamados estigmas que se aparecen en la misma y la ponen en peligro.
Un mundo de equivalencias.

TODO LO QUE EQUIVALE AL TIEMPO, FLUYE POR LOS RÍOS DE LA VIDA.
UNA VIDA HUMANA CUYA TRAYECTORIA PROMULGADA POR NUESTRO PENSAMIENTO SIN QUE SEA NUESTRO PENSAMIENTO EN EL QUE NOS IMPULSA A SER TENTANDOS.
DESDE DONDE LO MÁS PURO DE UNA ALEGORÍA SEA LA RIQUEZA DE NUESTRA ALEGRÍA Y NO UN MUNDO DE SECUENCIAS QUE ESTÁ PRESENTE EN NUESTRA ALMA Y QUE NOS INVADE DE FORMA ETEREA DONDE NUESTRO PENSAMIENTO DEBA DE SER LA MORAL DE NUESTRA PRESENCIA EN EL TIEMPO.

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