martes, 22 de mayo de 2018

NUESTRA PSIGUE Y NUESTRA PNEUMA O EL LATIDO PERSISTENTE DE NUESTRO INTERIOR



NUESTRA PSIQUE Y NUESTRA PNEUMA O EL LATIDO PERSISTENTE DE NUESTRO INTERIOR

Pneuma, soma y psique. Nuestra vida adherida a un campo de pensamientos, sentimientos y emociones que nos envuelven.
Todo un mundo añadido a ese lugar donde vivimos, nos hallamos y persuadimos al compás de nuestro vivir diario que es la Tierra y nuestro sentir. Con un componente de materia y energía, causa y efecto.
Todo lo que envuelve a nuestra sensibilidad, todo lo que tenemos entre manos que nos lleva hacia unas partes y hacia otras. Animus anima, corpus homo homus.
Algo que no se ve, pero que perfila nuestra vida, nuestro rostro, nuestro reflejo, nuestro interior y todos nuestros pensamientos a la vez con lo que los demás nos dicen.
El aura de la vida, de nuestro espíritu, nuestra alma, nuestro cuerpo y todos los lugares en la presencia de un campo de soledad hermético que traspasa nuestra vida, nuestro sentir, y la transporta.
La rotación y la traslación de nuestra vida junto a un ángel que está presente en la misma que no nos abandona y que a la vez es nuestro guía en la persistencia de nuestra trayectoria por los caminos del tiempo y todos los lugares de nuestro recorrido a nuestra muerte.
Un mundo de cognición por lo que nuestra memoria es un campo eterno de conciencia que se ve transportada de un lugar a otro por nuestro tránsito.
Unos sentimientos que nos hacen delatar y a la vez sufrir en nuestras vivencias en el rumbo de nuestro caminar y se funden en el final de nuestra vida aunque todavía por encima de toda recurrencia, esa tenacidad y ese vigor tan vivaz persisten en el tiempo y nunca se apagan.
Todos los enigmas de nuestra vida y nuestra nostalgia van unidos a ese carisma que nos conlleva que es nuestro espíritu que unido a las funciones biológicas, nuestro soma y nuestra carne que es el cuerpo de nuestro latir en presencia armónica de nuestro corazón, aunque entre otras cosas ese palpitar sea el ritmo persistente y tenaz de la conexión externa.
Todo ello en psicología se estudia como un mundo muy complejo y a la vez psicosomático, cuando nuestro cuerpo se ve fragmentado por un accidente o causa psíquica irrumpe nuestro sentir y cuya parte de localización  donde se detecta ese punto de dolor psíquico es el corazón y nuestro abdomen.
Algo por lo que nuestra conciencia no es capaz de curar y la persona tiene que recurrir, a la psicofarmacología que en parte tampoco cura los males interiores de nuestro ente.
Lo que en psicología clínica se entiende como depresión o desbarajuste de las funciones psíquicas que van más allá de nuestro cerebro y que en realidad el cerebro no puede por sí solo evitar ese daño psíquico por ese desbarajuste de nuestra conciencia que es la parte iluminada, la más iluminada de nuestro ser con la materia.
Nuestra belleza y nuestro carácter, surte un clima de brillo interno que dibuja nuestras pasiones, la presencia de nuestros amigos, de nuestros familiares y una función de congéneres, que agolpa nuestra morada interna como propiedad a la vez de todo lo que está insertado en ella, nuestro temperamento, nuestra historia y todo un lema antropológico de nuestra eficacia.
Nuestra propiedad y nuestra etnia como personas y la unificación de nuestro ente es la consecución de todos los factores que con todos los avances en antropología se sabe todavía muy poco.
Por otra parte, el daño, o el pecado que en teología se estudia como todo aquello que oscurece el alma y la aureola que a la vez nadie estamos libres ya que nos enerva.
Pero pensar en el alma inanimada en la que podamos entender de la misma, una vida mortal, ya que se coge todo el perfil hallado en la atestiguación del tiempo.
En el mundo de las Neurociencias podemos palpitar nuestro camino.
Y entender saber que nuestra persistencia por la vida es como un reloj cósmico y cuántico que funcionaliza nuestro persistir y de una gran vivacidad.
Todo ello desde la lógica que trata el corazón y nuestro cerebro y un análisis cuántico persistente donde la razón de una forma ecuánime juega un papel muy importante.
La lógica que es el apartado con más conocimiento sobre la razón, no aparta para nada desde una morfología matemática y disuasoria, donde todo lo que persiste desde todo lo que hacemos, desde nuestros movimientos, nuestra energía, nuestra fuerza, nuestra sangre y la perspectiva panorámica a la vez de nuestro flematismo psíquico que nos conlleva a ver, porque cada uno de nosotros podríamos pensar, somos distintos.
DESDE LA FILOSOFÍA GRIEGA PARA ACÁ, SE HAN DADO MUCHOS CASOS POR LO QUE PERSISTE EL LLAMADO MUNDO DE LA NEURA QUE ES LA QUE HACE DE UNA FORMA PERTINAZ LATIR DESDE UNA FASE NERVIOSA COMO SI FUERA UNA CORRIENTE ELÉCTRICA LATIR NUESTRO CORAZÓN, NUESTRA CIRCULACIÓN SANGUINEA, NUESTRO GENIO Y TEMPERAMENTO, NUESTRO INTELECTO Y LA FOGOSIDAD DE NUESTRO ESPÍRITU.
UN MUNDO MUY COMPLEJO Y LLENO DE RACIONALIDAD DESDE TODOS LOS PRINCIPIOS.
LAS PARTES DEL ENTE Y NUESTRA VIDA, DE NUESTRAS FUNCIONES. PSIQUE, NEUMA Y SOMA TODO LO QUE PERSISTE, DESDE TODAS LAS FUNCIONES DEL TIEMPO DONDE SOMOS EL RESULTADO A LA VEZ DE LA PURA LUZ DEL UNIVERSO Y UNA RESERVA PARA EL TIEMPO EN MEDIO PODRÍAMOS DECIR DE UNA LUZ CÓSMICA CON ENERGÍA Y PRECISIÓN, QUE BRILLA EN MEDIO DEL TIEMPO Y A LA VEZ EL REFLEJO DEL CREADOR DESDE UNA PARTITURA PSÍQUICA CON MORFOLOGÍA PERSISTENTE INFINITA. PRESENTE EN LA PERPETUIDAD DE LOS MUNDOS.
A LA VEZ SOMOS LA CONSECUENCIA DE TODA PERSISTENCIA UNIVERSAL Y QUE NOS DIFERENCIA DE LOS DEMÁS SERES DE LA NATURALEZA POR SU ESTRUCTURA RACIONAL Y MOTIVATORIA.
DONDE EL SER HUMANO ES EL RESULTADO MÁXIMO Y ELOCUENTE DE TODA LA CREACIÓN.
PERCUSORE, TEMPUS CUANTITATIONEN ESPÍRITU, ET ALMATA.













https://www.youtube.com/watch?v=2RSX67n6VUs
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