SOBRE EL VACÍO CÓSMICO Y LA NADA
Desde muchos años para acá, desde la misma antigüedad, se llevan estudiando los principios cósmicos más desconocidos por el hombre. Algo que siempre le ha invocado a un campo referencial que para él ha sido el más desconocido de la existencia.
No sabemos cuál es todavía el
principio de los fundamentos de la existencia, ya que hayamos un cuerpo y no
sabemos cuál es la derivación de su propia base existencial, si porque un
cuerpo se forma explota, activa la energía, y cuál es la energía sino un campo
invisible expuesto a la luz de la física de partículas, si de entrada saber que
la energía está en movimiento constantemente. Los principios cósmicos de la
energía se deben a una esencia llamada “la nada”, que es la consistencia de
algo que culmina dentro de todos los espacios aéreos, físicos, cósmicos y de la
propia energía, igual que un hueco lleno de aire en el centro del firmamento,
del cual partió el vacío cósmico y el propio vacío de la vida, cuando la propia
materia se expandió, se solidificó y entró en campos determinantes de un área
sustancial en la cual el vacío propulsó todos los caminos que llevan el rumbo de
la propia actividad cósmica del universo, incluso cuando un cuerpo flota en el
aire, tal como un globo, un avión o un convoy.
Cualquier base motriz no se sabe
cómo puede activarse según la fuerza gravitatoria. Si no hayamos la fórmula que
Einstein descubrió: energía = mc².
Tenemos que mirar nuestra vida no
solamente desde el espacio, sino desde la tierra, ya que es una parte más de
todo un universo en el cual gracias a él y gracias a la gravitación cósmica
está presente en nuestra vida la energía como centro cósmico del calor, de las
unidades caloríficas y de un campo que el calor ha absorbido la propia
activación de los centros aéreos específicos del aire y de la acción etérea
hasta lo invisible.
La energía vista desde un ángulo
en el que precisamente se ha marchado del tiempo y ha continuado en el tiempo
está unificada con un campo de vacío oscuro, el vacío oscuro que ha consumado
todo tipo de áreas que desembocan en la materia, materia oscura, materia
blanca, materia gris, y un conglomerado cósmico de acción y consecuencia en la
que hasta ahora el hombre no ha podido llegar más lejos por mucha investigación
que se ha llevado a cabo en el espacio y estudios atómicos de neutrones,
aceleradores de protones, y en los que el tiempo dirá cuál ha sido, ya que no
se sabe el origen del tiempo y del universo. Una vez visto todo esto sabremos
que no hay nada imposible desde el apartado del creador, para él nada hay
imposible, ya que él formó la nada y de la nada se formó el cosmos. Pero para
muchos astrónomos dudarían si existe la nada o no existe nada que sea la nada.
El universo es un campo de vacío acuoso, sólido, líquido y gaseoso en campos
aéreos, gasógenos, en los que la propia energía se distribuye en campos
atómicos dispensables que chocan en campos de partículas que son partículas
alfa que diluyen y distribuyen todos los campos físicos de fricción sobre la
propia base de la energía y la consecución del choque de asteroides, cometas,
acción violenta del mismo cosmos sobre la propagación de la consecución de los
campos aéreos sobre la energía y la velocidad.
El vacío es un espectro precoz y un núcleo de actividad inocua que activa el aire, las moléculas y están insertadas dentro de todos los espacios de un núcleo atómico, y conjunto de núcleos que están dentro de las constantes de la materia, ya sea animal, vegetal, protista, aérea irresistible en todas las áreas sólidas y solidificación licuefacción y campos de sublimación aérea en la cual se vislumbra todo un campo de actividad espacial que gracias a él podremos mirar al cielo de otra manera, mitificando que el vacío y la nada son una consecuencia espacial traída del tiempo y recurrente al tiempo que sucumbe en la noche de los mismos, donde el hombre nunca podrá poner su mirada.
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